Macario (Libro): Resumen, Análisis y Personajes

En esta oportunidad, te contaremos acerca de Macario, libro que fue divulgado en el año  1950 y que  nos narra la vida  de un pobre leñador y campesino de origen  mexicano, quien está muy preocupado por el hambre que está sufriendo y padece su familia, te invitamos a leer su resumen.

Autor del Libro Macario

Esta interesante historia fue escrita por Otto Feige quien nación  en Alemania el  23 de febrero de 1882 y luego murió en Ciudad de México, 26 de marzo de 1969, fue un novelista y actor  que escribió en idioma alemán y bajo varios sobrenombres, tales como: Traven Torsvan, Hal Croves, Ret Marut y el más conocido B. Traven. Se hizo famoso en los Estados Unidos por ser el autor de la leyenda El tesoro de Sierra Madre en el año 1927 y que  sirvió de base para la película homónima que interpretó de Humphrey Bogart.

Traven escribió Macario en el año 1950 y la misma fue llevada al cine como una película mexicana de 1959, con el guion y dirección de Roberto Gavaldón. Fue protagonizada por Ignacio López Tarso y Pina Pellicer. También es el primer filme mexicano que fue nominado al Oscar a la mejor película extranjera.

Resumen del Libro  Macario

Se llama Macario un  humilde campesino y leñador  que se encuentra trastornado por la pobreza que sufre y el temor a  morir.  Están al borde de la más precaria situación económica  él y su familia y su más grande anhelo es poder deleitarse de un convite sin tener que compartirlo con nadie.

El mayor deseo de su vida tenía, desde hacía veinte años, una sola ilusión. —Comerse en soledad un pavo entero—.

Obstinado, decide dejar de comer hasta pueda algún día encontrar un pavo  que él pueda comer solo. Era el Padre de once hijos que siempre se encontraban harapientos y hambrientos, no anhelaba riquezas, ni cambiar por una casa grande, el jacal que habitaba con su familia.

Su esposa también trabajaba en el día, lavaba ropa ajena y así lograba juntar unos centavos para la familia, haciendo otras labores después de hacer de comer para los niños en casa.

Cada noche cuando Macario llegaba a su hogar, tiraba la carga, y  un gran suspiro característico de su agotamiento. Casi tambaleándose, llegaba hasta la humilde choza y se dejaba caer sobre una sillita muy precaria que los niños acercaban  a la mesa, igualmente tosca, sobre la que Macario extendía ambos brazos exclamando:

—¡Ay, mujer, qué cansado estoy y cuánta hambre tengo! ¿Qué hay de comer

Su mujer contestaba:

—¡Frijoles negros, chile verde, tortillas, sal y té limón!.

Aquella pobre cena era siempre la misma, día tras día.

Todos sus hijos le vigilaban con la ilusión de que no comiera mucho, no había tomado los primeros mordiscos cuando  advertía que y si dejaba algo para que sus hijos  pudieran repetir, ya que siempre para todos era insuficiente.

Entonces  Macario renunciaba a comer y se bebía el té limón y murmuraba con voz llorona:

—¡Oh, Señor, si por lo menos una vez en mi pobre vida pudiera comerme entero un guajolote asado, moriría feliz y descansaría en paz hasta el día del Juicio Final!

A menudo no decía tanto y se conformaba con murmurar:

—¡Oh, Señor; concédeme, aunque sea una sola vez, todo un pavo para mí solo!

Macario sabía siempre lo que su mujer respondería acerca de la comida desde mucho antes de llegar a su casa y preguntaba por decir algo y que sus hijos no lo vieran  como a una simple bestia de carga, aparecía la comida, ofrecida en pobres  jarros y cazuelas de barro, él ya se había quedado dormido, por lo que su mujer tenía que despertarle diciéndole:

¡ El fin de semana puedes ir a beber un poco de mezcal en la tienda!

Un día que Macario está herido y dolido por tanta pobreza el orgullo le hace jurarse a sí mismo, y a los demás, que no volverá a comer hasta que logre cumplir su sueño.

Su mujer que anhelaba que se recuperara lo ayuda y roba un pavo de casa de sus padres.

Al día siguiente, cuando Macario parte a su trabajo, recibe de manos de su esposa un suculento platillo para que pueda de comérselo y cumplir su sueño en la soledad del bosque.

Pero Macario no logrará cumplir con su deseo por que no estará solo, pues ante él se aparecen tres personajes. Primero el Diablo, después Dios y por último la muerte.

Ambos habrán de pedir su parte del pavo haciéndolo sentir mal con amenazas, pero ninguno de ellos es digno a los ojos de Macario pues cada uno tiene los medios necesarios para hacer lo que gusten, en tanto que él ha sufrido toda su vida si merecía tener por esta vez envidia por tales personajes.

Es diferente su relación  con la muerte, con ella se siente comprometido y a la vez gozoso de compartir su pavo, sin importar quien sea o de donde venga. Pues ella, no tiene el medio para conseguir tanta delicia ni para amenazarlo. En recompensa, la Muerte le beneficia con una agua maravillosa capaz de curar cualquier enfermedad.

Análisis del Libro Macario