Descubre en este artículo una reseña de la primera novela naturalista Los Pazos de Ulloa de la reconocida escritora Emilia Pardo Bazán.
Los Pazos de Ulloa
Conocida en el mundo como «Libro Los Pazos de Ulloa» o simplemente «Los Pazos de Ulloa«, es una hermosa novela de la ilustre y magnifica escritora Emilia Pardo Bazán, cuya publicación fue en el año 1886 teniendo con su continuación llamada «La Madre Naturaleza» un año de diferencia entre sus publicaciones. Así mismo, en su contenido se nos muestra la sociedad española del siglo XIX, con todos sus modismos culturales como sociales, incluyendo también sus perjuicios y tabúes que envolvían a hombres y mujeres de aquella época tan turbia.
Sin embargo, su tema principal que engloba su forma y estilo es el positivismo, dando a mostrar a todos los lectores que por muy oscuro se vea el mal momento que se esté sufriendo, siempre habrá algo o alguien que haga que nuestra vida cambie a mejores términos, como así mismo, hace referencia a la frase «Al Mal Tiempo, Buena Cara» por medio de su basto contenido único y especial. Por otro lado, hace honra al padre del naturalismo positivo el cual era un honorable escritor de origen Francés cuyo nombre es Émile Zola.
De la misma manera es importante mencionar, que esta obra de la literatura Española tiene múltiples adaptaciones en medios digitales, siendo una de las más famosa su adaptación en medios televisivos como una de las telenovelas más famosas de la televisión Española del año 1985, teniendo uno de los mejores ratings y una gran cantidad de televidentes como nunca se había visto en años anteriores. De la misma manera, el libro «Los Pasos de Ulloa» tiene en la actualidad adaptaciones en múltiples idiomas e inclusive en medios digitales como vídeos y audiolibros.
Esta usted interesado en conocer cada detalle referente al libro policíaco «El Invierno en Lisboa», por medio de un resumen exhaustivo especializado en cada uno de sus capítulos, de ser así llego al lugar indicado, le invitamos cordialmente a pasarse, disfrutar y leer nuestro excelente artículo: El invierno en Lisboa.
En su argumento esta historia de la grandiosa Emilia Pardo Bazán, se nos muestra la vida y obra del Marqués de Ulloa, cuyo nombre es «Don Pedro Moscoso» quien no prefería estar rodeado de gente de la alta alcurnia, estando en compañía siempre de sus queridos y apreciados sirvientes a los que les había otorgado uno de sus pazos, como su lugar de residencia. Aquel ambiente sin educación y baja calidad de intelectos, como de personas sin estudios, le parecían peculiar y único, como así mismo en aquel ambiente el observaba los buenos valores y costumbres.
Así mismo, se nos muestra que el «Pedro» tiene aprecio hacia ciertos sirvientes más que a otros, siendo sus preferidos «Sabel» y «Primitivo», los cuales eran padre e hija, como de la misma manera teniendo en cuenta que en el contenido de la historia, se nos muestra que el Marqués a pesar de toda su educación y buenos valores tenía un gran defecto que en aquella sociedad no era juzgado como lo es la actualidad. Aquel horrible defecto, era más y nada menos que el tener hijos regados por todos lados, siendo un hombre con hijos de diferentes mujeres de donde vivía.
Pero con el detalle más negativo, teniendo preferencias hacia su hijo bastardo al cual apodaron todos sus sirvientes y amigos como «Perucho», dado que este poseía el mismo nombre de su padre, pero sin poseer aquel ilustre apellido, que el hombre mal intencionado mencionado con anterioridad se negaba rotundamente a darle. No obstante, suceden dentro de la historia múltiples sucesos funestos, como alegres donde la frase célebre «Un día somos clavo y el otro martillo» se extremadamente reflejada, denotando que los que alguna vez fueron ricos ahora son los pobres.
Asesinatos, votaciones, viajes e inclusive amoríos son parte de la esencia de la historia «Los Pazos de Ulloa», como así mismo los problemas con sociedad autodestructiva del siglo XIX, la cual carecía de valores que son base primordial de una sociedad sana e inclusiva. Este gran dilema histórico que aquejo la sociedad humana por muchos siglos, se nos denota en cada uno de sus matices, siendo mostrado con la representación de los celos, la intriga e inclusive el poco manejo de los deseos y pensamientos oscuros que en muchas ocasiones inundan la retorcida mente humana.
Estilos
La enigmática Emilia Pardo Bazán denoto en sus libros las problemáticas del mundo rural y el estilo de vida que en estos se poseía en el siglo XIX, en los cuales muchas veces la población de pueblos muy pequeños o situados en lugares provinciales como muy ocultos de una nación como es España se centraba en pensamientos retrógrados, los cuales no superaban las ideas y los ambientes más allá de un simple pazo. Para muchos es importante mencionarles que un pazo en términos Españoles es una casa de campo al estilo Gallego que tenían los ricos en el siglo XIX.
Se realiza esa importante mención, ya que muchos confunden el termino descriptivo antes mencionado, con el sustantivo plural pasos el cual tiene una pronunciación similar al antes mencionado, sin embargo, su uso y escritura es totalmente distinto. Los términos y frases rebuscadas en la realización de esta obra literaria, nos demuestra el buen uso de las palabras de aquella época, como así mismo la elegancia y la pulcritud del léxico de las personas que formaban parte de la gran sociedad de aquella época llena de apariencias fingidas e hipocresía social.
La connotación de las diferencias de los estratos sociales, denominando las diferencias sociales y culturales, entre la plebe, la realeza y la nobleza le dan un estilo único y característico al libro «Los Pazos de Ulloa», mostrándose así la realidad de la sociedad que se estableció en la época medieval como de la conquista. Los tratos turbios y las influencias que generaban las riquezas en pleno siglo XIX, enriquecieron también en estilo y gracia a esta novela con toques históricos literarios, mostrando los ángulos positivos y negativos del siglo anteriormente mencionado.
Resumen
Esta historia literaria ubicada en España del siglo XIX, inicia con el personaje de «Julian Álvarez”, también conocido como «Don Julian Álvarez”, estaba recién radicado en un pueblo de la bella Galicia como el párroco de la sacristía con el deber de ingresar en la fe católica a todo aquel ciudadano del pueblo, los cuales, a pesar de ser plebeyos, esclavos e incluso nobles por mandato del rey debían profesar la religión antes mencionada. Entre sus tantos peregrinajes en aquel pueblo, es mandado al pazo del Marqués de Ulloa para cumplir con su misión católica.
Aquel sacerdote era un joven y guapo, famoso entre las damas de aquel bello lugar rural Galiciano, su paso por el pazo del hombre antes mencionado no era por solo cumplir su misión como sacerdote, sino también era por petición de un creyente de la sacristía, quien era más y nada menos que el tío del propio Marqués de Ulloa. Sin embargo, aquella solicitud venía con segundas intenciones más que una simple evangelización, sino también ya que aquel anciano alegaba que se llevaban a cabo actos impuros en el pazo de su sobrino, haciendo actuar al cura de inmediato.
Al llegar al pazo del Marqués de Ulloa, «Julian» se lleva la peor de las impresiones de aquel lugar que debía estar lleno de lujo y prestigio, dado que dicha edificación estaba en las peores condiciones y totalmente en ruinas, por lo que procede a investigar la situación de aquel edificio que le generaba tantas intrigas. Su primer encuentro con «Pedro” y sus empleados fue el peor de todos, ya que el ambiente de aquel lugar estaba lleno de ruido y desorden, como así mismo la ignorancia de todos los presentes, era tal que le incomodaba y le molestaba mucho.
No obstante, se entera de una cruda y fuerte verdad sobre el Marqués la cual cambiaría rotundamente la forma de pensar que tenía el sacerdote sobre el notable hombre que le habían descrito, el Marqués no era lo que parecían o le contaban, dado que aquel título de nobleza que poseía había sido comprado por él al verdadero Marqués de Ulloa, generándose un repudio del sacerdote hacia él. La mentira de títulos reales o la venta de estos eran penados por la corona con la muerte, dado que tal acto ante la realeza era considerado engaño y traición al rey.
Además, al ingresar «Julian» en la capilla de aquel ruinoso palacio rural, este se enoja con el abad de aquel lugar sacro dentro del pazo por el estado tan deplorable y antihigiénico que tenía la capilla, siendo aquella impresión la gota que rebosaba el vaso de la paciencia del párroco. En la estancia del cura realizando sus trabajos en el pazo, aquel falso Marqués eran pocas la veces que se le veía por el día, dado que este salía temprano de cacería y llegaba tarde ya al caer la noche, cosa que era mal vista por el cura ya que el supuesto noble no daba el buen ejemplo a sus sirvientes.
El Marqués de Ulloa, era la persona más rustica y vulgar a los ojos de «Julian», mientras que en la presencia de la servidumbre y de los esclavos del pazo era venerado y amado por estos, entre conversaciones con los empleados el cura se entera que rondaban personas peligrosas que rondaban a «Pedro», los cuales tenían una reputación poco honorable entre los pobladores del pueblo. Así mismo, el cura tomaba nota de lo que percibía en aquel lugar mientras realizaba la evangelización de todos los recientes del pazo como el reacondicionamiento de la capilla.
Las cosas que se entera el cura lo alteran a cada momento, dado que a sus ojos el pazo de «Pedro» era la cuna de la perdición y el pecado, dado que la guinda del pastel de la paciencia de «Julian» fue el enterarse del adulterio del Marqués, el cual tenía de amante a su cocinera y con esta poseía un hijo bastardo que poseía su mismo nombre, además este no estaba bautizado, dicho joven era apodado como «Perucho» por todos los trabajadores que lo vieron nacer y crecer, además este era parte de los encargados de mantener en buen estado del pazo de su padre.
Mientras sucedían aquellas irregularidades en aquel pazo, en el pueblo cercano a dicho palacio conocido como «Cebre”, las cosas estaban súper tensas llegando a la extrema situación de ocasionarse un problema entre los caciques de las haciendas y casas de alcurnia del pueblo, dado que estos deseaban a tener una vida desarraigada a la fe católica llena de lujuria llevando el mando de toda la región. Aquel comportamiento que iba contra la ética y la moral poco a poco fue limitado por los pobladores de Cebre, hasta terminar con aquella revolución rural.
Son tantos los sucesos de inmoralidad y anarquía en el pazo, que generan que «Julian» abandone su misión dentro del pazo sin ganas de volver a ese feo lugar, además esté presencia actos de agresión de los hombres de aquel palacio hacia las mujeres, pero mayormente estos llevados a cabo por «Pedro» hacia todas las mujeres del pazo, siendo «Sabela» su amante la principal víctima de su acoso y violencia. Al salir del pazo, «Julian» se residencia de forma definitiva en el pueblo, estando encargado de la sacristía de forma permanente sin problema alguno.
Al pasar los días, el Marqués se acerca a la sacristía para asistir a la santa misa donde este es abordado por «Julian», donde este último sermonea a «Pedro» para que mejorara su cultura y sus círculos sociales, en pro del mejoramiento de su vida, además de establecer nuevos parámetros sociales en su pazo. sin embargo, este muy temeroso le cuenta que uno de sus empleados planea matarlo y mientras aquella confesión sucede, «Primitivo» el mayordomo de «Pedro» a punta con el arma a «Julian» para dispararle siendo este detenido a tiempo por su empleador.
Aquel suceso causó problemas entre los pobladores, causando la huida de «Primitivo» hacia un escondite que solo este conocía, Luego este se pierde por una temporada para que la conmoción creada baje, para así poder ingresar a la sociedad nuevamente sin tener que estar envuelto en chimes de pueblo. Para la desgracia de «Primitivo», en aquel pueblo la frase «Pueblo Chico, Infierno Grande», se cumplía en su totalidad siendo fichado para su captura inmediata en cada rincón del pueblo y siendo recompensado su captor con grandes riquezas.
Mientras la percusión por la cabeza de «Primitivo» se llevaba a cabo, el Marqués realiza un viaje en visita de su tío para pedir una explicación sobre la petición que le pidió al cura, la cual comprendida de ir a su casa y sacarla de la perdición, el pecado y las malas costumbres. Ya al estar en presencia de su tío «Pedro» realiza todo tipo de preguntas por la acción antes mencionada realizada por su tío, teniendo una respuesta de este quien le menciona la extrema preocupación que tiene por su amado sobrino, dado a sus actitudes como que este no estaba casado.
A los días de haber sido recibido por su tío y que este le mencionara sus inquietudes, decide irse del pueblo llamado «Santiago», donde residía su amado tío a encontrarse nuevamente con su confesor el pastor «Julian», quien le recibe con los brazos abiertos, además este observa el estado de inquietud de «Pedro». Este último le solicita a «Julian» que auspicie su boda en Santiago, además de que este elija la mujer que mejor le conviene a él para desposarse, siendo aprobada la solicitud, como así mismo la elegida para ser la esposa de «Pedro», más y nada menos que «Nucha».
El Matrimonio se lleva a cabo, teniendo como principal función aquel acto, cumplir con los últimos deseos de su tío como quitarle la preocupación que cargaba este dirigida hacia «Pedro», además dicho matrimonio era por conveniencia, ya que gracias a «Julian» aquel deshonrado Marqués se entera que su esposa es heredera universal de su solterona y rica madrina. Sin embargo, este matrimonio no tuvo una larga duración, volviendo dicho hombre a los brazos de su amante, a pesar de que su esposa actual le había dado una hija quien estaba recién nacida.
Al llegar las elecciones de diputados por Madrid, en el pueblo se lanzan muchos como candidatos para cumplir tan digno cargo, pero siendo parte de los candidatos «Pedro», el cual había sido postulado por los pobladores, quienes ya no querían que los caciques mandaran más en los poblados. Mientras las campañas políticas se llevaban a cabo, el candidato de uno de los partidos liberales se alía con el nefasto «Primitivo», pidiéndole a este amenazar a los pobladores para que voten por aquel candidato, para así ganarse una jugosa recompensa y prestigio en el pueblo.
Para su mala suerte, uno de los caciques que estaba en contra de la desidia que el liberalismo causaba en el pueblo, se entera de los actos viles de «Primitivo» hacia los votantes, lo cual le genera una ira inconmensurable mandando a matar a aquel vil hombre, muriendo esté cruda y visceralmente ante el sicario más profesional del cacique mencionado con anterioridad. Mientras aquel suceso se llevaba a cabo «Nucha» temerosa de su marido y con su hija en brazos acude a ver a «Julian» pidiéndole ayuda para volver a Santiago por el miedo que le tenía a su esposo.
Así mismo mientras la conversación de los antes mencionados se llevaba a cabo, el Marqués había sido llenado de chismes por las personas mal intencionadas del pueblo, quienes alegaban que su esposa le estaba engañando bajo sus ojos, siendo este un cuerno sin remedio, teniendo como contrincante del ficticio circulo amoroso a más y nada menos que al párroco «Julian» llenando a este de ira. Este se dirige a ver al cura y agarrar infraganti a su esposa, viendo como esta hablaba con el sacerdote quien se negaba a ayudarla, porque ya no iba a ser más cura del pueblo.
Encuentro de «Nucha» con «Pedro» fue funesto, llevándose este a empujones a su esposa en dirección a su casa, estando aquel sacerdote sin forma de defenderla de tal agresión, la cual su esposa le propiciaba iniciándose entre empujones para terminar en los golpes. Ya terminando la historia de «Los Pazos de Ulloa» el sacerdote «Julian» ya un poco mayor vuelve nuevamente a los pazos, ya que había sido convocado para la sacristía para predicar la fe cristiana nuevamente, teniendo una gran sorpresa que le confundirá tal cual como su primera vez en los pazos.
Este al acomodarse en la sacristía es visitado por uno de los caciques del pueblo, el cual le tenía mucho aprecio por la ayuda que tan honorable sacerdote presto al poblado años atrás, entre la conversación de ambos se llegan a un tema que sacaría a relucir la curiosidad del cura. Aquel tema era sobre el Marqués de Ulloa, el cual había enviudado y fallecido al tiempo de la muerte de su esposa, saliendo este directamente al cementerio a rendirle honores al Marqués donde encuentra a los hijos de este, estando en harapos su hija legitima y su hijo bastardo bien vestido.
Reseña
En el libro «Los Pazos de Ulloa», los prejuicios sociales y la fuerte influencia que tenía la religión en las comunidades, como en la política causando estos problemas y revuelo entre los pobladores de cualquier lugar del mundo siendo España, uno de los tantos países que cayeron en el fanatismo religioso, el cual fue dañino para la sociedad antigua y que en la actualidad sigue viéndose, pero con menor auge. Así mismo en «Los Pazos de Ulloa», se nos presenta la calidad de vida de los pobladores Gallegos en Galicia, como las casas de aquellos hombres y mujeres.
Así mismo, los toques de realismo y temas como el adulterio, son presentados por la gran Emilia Pardo Bazán con tanta fuerza de convicción, la cual embelesa a los lectores mostrando les los defectos que aquellas actitudes negativas dañaban a la sociedad. En respecto al realismo, los constantes sucesos de la novela, son clara representación de los pocos valores éticos y morales que poseían las personas del siglo XIX, tiendo estos una sociedad llena de hipocresía y agresión de género.
Esta usted interesado en conocer sobre el libro «El Mundo de Sofía» y así saber cada detalle de esta historia llena de filosofía y toques de romance, de ser así llego al lugar indicado, le invitamos cordialmente a disfrutar y leer nuestro artículo: El Mundo de Sofía.