La Tía Tula es un libro de Miguel Unamuno, quien fue un escritor y filósofo español nacido el 29 de septiembre del año 1864 en Bilbao. Entre sus obras más destacadas están Paz en la Guerra, Amor y Pedagogía, Una historia de amor, El Espejo de la muerte, Niebla, Tres Novelas Ejemplares, Abel Sánchez, La Tía Tula, San Manuel Bueno y Mártir, siendo La Tía Tula una de las más significativas, debido a que tiene un erotismo sutil y escaso. A continuación, podrás saber más acerca de dicha obra en el siguiente resumen de La Tía Tula.
Resumen de La Tía Tula
Tula y Rosa son dos hermanas que perdieron a sus padres cuando aún eran niñas, por lo que su tío, quien era cura, se las llevó a vivir con él.
Ellas eran vecinas de un joven muy simpático que llevaba por nombre Ramiro, quien siempre miraba de reojo a Rosa y, como Tula (su nombre era Gertrudis), pudo notar que él sentía un tipo de atracción hacia su hermana, hizo miles de cosas para que ellos terminaran siendo pareja, igualmente, puso un grano de arena para que esa relación floreciera y se pudiesen contraer matrimonio, a pesar de que Ramiro realmente no le había demostrado mucho cariño a Rosa.
Por otra parte, estaba Tula, a quien muchos respetaban debido a que al hablar, ella demostraba su convicción y hacía parecer que siempre, o la mayor parte del tiempo, sus opiniones eran acertadas.
Luego de contraer matrimonio, se fueron a su hogar, en donde debieron estar solos, sin embargo, Rosa reclamaba que Tula debía estar ahí con ella, a pesar de que debían tener un tiempo a solas, por lo que de manera constante, Tula iba y los visitaba, y en dichas visitas, Rosa demostraba mucho cariño, por otra parte, Ramiro se avergonzaba ante la presencia de Tula.
Luego de un tiempo, Rosa quedó embarazada de un varón, Ramirín, parto en el que mientras todos estaban desesperados, Tula mantuvo la calma, tanto que el médico partero la felicitó por tan decente presencia, y fue ella (Tula), quien cargó a aquel bebé por primera vez, primero que su propio padre, igualmente le comentó al padre que ese niño correría por su cuenta, que ella haría de él un gran hombre, y desde ese día, ella fue quien atendía al niño, lo vestía, bañaba, le daba de comer, hasta que su madre, Rosa, se pudiese recuperar de aquel difícil parto, tiempo después, Rosa tuvo una niña, que llevó por nombre, Elvira.
Luego de que naciese la niña, falleció Don Primario, a quien Tula lo amortajó luego de ser velado, lo lloró desde el corazón y lo enterró, sin embargo, y a pesar del dolor que sentía, ella fue fuerte y siguió atendiendo a sus dos sobrinos, como ya lo venía haciendo desde muchísimo antes, sobrinos que ella consideraba sus hijos propios, que había tenido junto a su hermana y cuñado, siendo ella, una persona de mucha influencia en esa relación y en ese hogar.
Luego de unos meses, Rosa ya estaba embarazada nuevamente, sin embargo, fue uno de los embarazaos más molestos debido a que debía descuidar a sus otros dos hijos, Ramirín y Elvira, quienes prácticamente quedaron completamente al mando de su tía Tula, quien aprovechó la oportunidad de llevárselo más de una vez a su casa por varios días, siendo los niños quienes le tenían más cariño a su tía quien era grave y severa que a su madre, Rosa.
Luego de nueve meses, Rosa dio a luz, un parto muy doloroso y complicado, en el que ella perdió la vida, sin embargo, antes de fallecer hizo que Tula le prometiese que sus hijos nunca y jamás tendrían una madrastra, a pesar de que Ramiro se casara nuevamente. Debido a esa promesa, Tula se fue a vivir con Ramiro de manera definitiva, debido a que luego de la muerte de Rosa, Ramiro se deprimió, y fue cuando se comenzó a dar cuenta lo mucho que amaba a Rosa y lo mucho que la extrañaba, a pesar de que cuando estaba viva, nunca le hizo mucho caso a ella.
Tula, quien era la tía de los niños, se comportó tan bien con ellos que los niños la llamaban “mami”, no solo crecía su relación con sus sobrinos, sino también con Ramiro, tanto, que hasta se habían enamorado, a pesar de que ellos no lo admitieran, hasta que una noche, mientras que los dos conversaban, él le pidió a ella que contrajeran matrimonio, ella le pidió un año para aclarar sus ideas.
Durante esos largo 12 meses Tula no sabía si seguir lo que le decía su mente o ir hacia lo que verdaderamente quería, lo que le salía del corazón, no hubo una noche en la que Tula no llorara debido a que no sabía qué hacer, incluso, un día Ramirín le dijo a Tula que su padre, Ramiro, le había dicho que ella todavía no era su madre, pero que algún día lo sería.
Solamente faltaba un mes para que Tula le diese la respuesta definitiva a Ramiro, ambos quisieron ir a la playa, con diferentes propósitos, Tula solo quería tener paz y relajación, y Ramiro creía que ahí, Tula sucumbiría ante sus encantos, sin embargo, se fueron rápidamente de aquel lugar debido a que ninguno logró sus propósitos. Luego de llegar a su hogar, contrataron a una criada de 19 años que llevaba por nombre Manuela quien, desde que llegó a la casa, Tula notaba que Ramiro tenía comportamientos poco peculiares, actuaba como si guardara un secreto, ella supo la verdad cuando Ramirín le mencionó que había visto a Manuela y su padre Ramiro dándose un beso.
Tula confrontó a Ramiro, le dijo que desde el primer y hasta el último momento su repuesta iba a ser no, y que debía echar a Manuela de la casa porque si no lo hacía, ella se iba a ir ella junto a los niños, Ramiro le confesó que no podía hacer tal cosa debido que Manuela estaba en estado de gestación, por lo que Tula decidió que ambos se casaran y ella quedarse viviendo ahí junto a ellos, cumpliendo la promesa que le había hecho a su hermana antes de fallecer, sus hijos no tendrían ninguna madrastra debido a que Tula los seguiría atendiendo y criando.
Ya aquella casa no era la misma desde que Ramiro contrajo matrimonio con la que era hospiciana, Manuela, los niños se sentían confundidos al verla a ella compartir en la mesa, por otra parte, Manuela fue muy molesta durante su embarazo, y Ramiro, estaba resignado a vivir aquella vida y a quedar en el albedrío de Gertrudis. El día del parto llegó, Manuela se sentía extremadamente débil a pesar de que quedó embarazada nuevamente de manera muy rápida, por otra parte, estaba Ramiro, quien vivía en un constante mal humor, y Tula, estaba como siempre, cuidando a los niños.
Mientras que Manuela, por su embarazo se robaba toda la atención, Ramiro repentinamente cae en cama debido a una fuerte pulmonía, los doctores no le daban mucho tiempo de vida, falleciendo antes de que Manuela pudiera dar a luz, tiempo después nació Manolita, la hija de Manuel, quien al igual que Rosa, falleció durante el parto, quedando Tula a cargo de cinco niños de diferentes madres, ninguno de ella propiamente. Durante muchos años Tula fue como una madre para esos niños, les daba todo lo que necesitaba, sentía gran aprecio por Ramirín debido a que era el mayor y por su parte, a Manolita la veía como si fuese un cristal, tan frágil y débil, como si se fuese a romper.
Años pasaron y Ramirín contrajo matrimonio con Caridad, una chica a la que Tula apreciaba mucho debido a que la veía como una buena futura madre, y a quien le había puesto el ojo desde un principio, debido que no quería que nadie le hiciera daño a su querido Ramirín, y fue desde ese día que Caridad se fue a vivir junto a Tula a su casa, en donde ambas compartieron mucho.
Tiempo después, Caridad quedó embarazada, de nuevo la felicidad había llegado a la casa, Tula no sentía tanta presión debido a que Caridad era muy fuerte y se podía cuidar ella sola. Tula, desde antes había sentido mucha presión puesto que, Manolita se había enfermado, tanto así que casi muere, por lo que Tula le rezaba día a día a la Virgen para que ella mejorase, que si ella debía perder su vida por la niña lo haría, cosa que realmente sucedió, puesto que Tula enfermó de bronco neumonía, enfermedad que hizo que falleciera antes del nacimiento de su nieto, a pesar de que se despidió, fue un momento muy trágico en la vida de los jóvenes.
Para ellos, Tula no había muerto, sino que había quedado en la mente y en los corazones de cada uno de ellos, sobre todo Manolita, quien a pesar de que al principio era muy débil, pudo aprender de Tula y ser fuerte y severa como ella, cosa que hizo que todos en la familia se unieran nuevamente, debido que Rosita se había quedado con Caridad, Elvira estaba con Enrique (el hijo de Manuela), y Ramirín y Manolita estaban por su lado cada uno de ellos.
Resumen por capítulo de La Tía Tula
La novela de Miguel Unamuno, La Tía Tula, se podría dividir en tres partes, a pesar de poseer numerosos capítulos. La primera parte de la novela está compuesta por los capítulos I, II, III, IV, V y VI, en los que Ramiro conoce a las dos hermanas (Rosa y Tula), contrae matrimonio con Rosa debido a que Gertrudis (Tula), así hizo que fuese, y dicho matrimonio da como fruto a tres hijos, quienes a lo largo de su vida fueron disciplinados, atendidos y cuidados por su tía Tula, debido a que en el capítulo número VI, Rosa, la hermana de Gertrudis, fallece durante el parto, no sin antes hacerle prometer a su hermana Tula que jamás abandonaría tanto a sus hijos como a su esposo.
La segunda parte está compuesta por los capítulos centrales de la novela, los cuales van desde el número VII hasta el XVI. En dichos capítulos, Ramiro le demuestra lo que verdaderamente siente a Tula, sin embargo, Tula niega aquella declaración de amor, debido a que lo vista como un pecado y una traición a su difunta hermana, Rosa, a pesar de eso, Tula le pide a Ramiro que le otorgue un año para aclarar sus pensamientos y decidir si aceptar aquella proposición o negarse a la misma, ella le dice que necesita que esos sentimientos florezcan y se hagan más fuertes. Por otra parte, Ramiro no espera un año, por lo que tiene relaciones sexuales con quien era la niñera de los niños en ese momento, es decir con Manuelita, quien queda embarazada de él.
Tula, quien está decepcionada, lo obliga a contraer matrimonio con ella, debido que, si no lo hace ella se llevará a los niños a su hogar, Ramiro no está de acuerdo con esa decisión, sin embargo, se casan. El embarazo de Manuelita fue muy complicado, y se hizo aún más complicado cuando Ramiro contrae un fuerte bronco neumonía la cual hace que caiga en cama y al final, fallece. Al igual que la hermana de Tula, Rosa, al fallecer, Ramiro le dijo a Gertrudis lo que verdaderamente sentía hacia ella, un amor incondicional, en el que él sabía que era recíproco, porque al pasar el tiempo, el mismo siempre creció. Por otra parte, está Manuelita, quien al igual que Rosa, fallece durante el parto, quedando Tula a cargo de cinco niños, sus sobrinos que para ella, eran como sus hijos.
La tercera parte está compuesta por los nueve capítulos restantes, en estos, Tula, está sola, criando a cinco niños de diferentes madres, cosa que no le importó porque a los cinco les dio el mismo cariño, educación, le inculcó los mismos valores y les enseñó a todos por igual. En esta pare de la novela, Tula incita a Ramirín a que se case con Caridad, quien para ella era una buena joven, por otra parte, ambos conceden un hijo, quien Tula no conoció debido a que falleció antes de que aquel niño naciera.
Personajes de La Tía Tula
Gertrudis (Tía Tula): En la novela, se describe como una mujer autoritaria, que sabe lo que quiere, tiene las ideas y objetivos claros y demuestra una gran convicción al hablar, haciendo que la mayor parte del tiempo tenga la razón. Siempre quiere que todo sea perfecto y puro, siempre está pendiente de su familia, incluso si debe haber alguna víctima, ella hace lo imposible por ellos, es una mujer muy católica y piensa que su familia debe tener buenos valores para que la sociedad siempre opinen bien acerca de ellos.
A pesar de que cree mucho en su religión, algunas veces la crítica, puesto que, la ve como un símbolo de la masculinidad, cosa que le molesta por ser una mujer muy feminista desde temprana edad. Igualmente, opina que la mujer es quien debe estar al pendiente de los hijos en la relación, y a pesar de que piensa que las mujeres deben contraer matrimonio, esa no debe ser una meta.
A lo largo de la novela, Tula no contrajo matrimonio ni se volvió monja (cosas comunes para las mujeres en aquella época), sino que estaba en contra de que la dominaran.
Ramiro: Es un joven simpático, Contrajo matrimonio con Rosa y tiempo después, con Manuela, sin embargo, su verdadero amor era Tula, quien era su cuñada, y quien lo manejaba a la manera que ella quería debido a su fuerte carácter y a la pasividad que tenía Ramiro con ella. Rosa, quien era su primera esposa, fallece durante el parto, por lo que él, después de un tiempo, le propone a Tula que se casen ambos, uno con el otro, ella le pide un año, cosa que él no aguanta puesto que tiene una relación con la niñera, con quien tiene un hijo, al cual no conoció debido a que fallece de bronco neumonía.
Rosa: Ella es la hermana de Tula y la primera esposa de Ramiro, una mujer de apariencia muy hermosa, sin embargo, es débil de carácter, debido a que la mayoría de las decisiones que toma las hace con base a lo que su hermana, Tula, le dice, su principal influencia es ella. Rosa está muy enamorada de Ramiro, quien la mayor parte del tiempo la mantiene en segundo plano, debido a que el amor que sentía por ella no era tan grande como el que tenía por Tula.
En la novela, cuando están en la proposición de matrimonio, Tula le dice a Rosa que llore, hasta que Ramiro le diga que sí por respuesta, Tula prácticamente fue quien hizo lo imposible para que ambos estuvieran juntos.
Don Primario: Es el tío de Rosa y Tula, un sacerdote de la ciudad en la que viven. Él se llevó a Rosa y a Tula a vivir con él cuando los padres de las niñas fallecieron. Es un hombre de carácter débil, algunas veces cobarde e ingenuo, que le temía a muchas personas y a las opiniones de las mismas con respecto a él. Él afirma que Tula heredó la inteligencia, el carácter y la astucia de su madre, quien era la hermana de él, teniendo ambas la misma historia.
Manuela: La doncella de la casa que se convirtió en la segunda esposa de Ramiro porque queda embarazada y Tula sugiere que se casen. Él es una persona débil, asustada y frágil.
Manolita: es la hija de la criada (Manuela), con Ramiro. Es la más mimada de todos, debido a que al principio de la novela, se mostró con la más débil, frágil y enfermiza de los cinco hermanos, sin embargo, cuando su tía Tula se enferma, ella es quien tiene la fortaleza en la familia, y luego de que Tula fallece, es la que hereda aquel carácter que tenía Tula, un espíritu fuerte. Tula la amamantó desde que era una bebé, la cuidó y la crió, como a sus otros cuatro hermanos.
Ramirín: Es el hijo mayor de Rosa y Ramiro, era el favorito de su tía Tula, debido a que era la viva imagen de su amor secreto, Ramiro, quien igualmente, la amó tanto como ella lo hizo.
Caridad: Es la esposa de Ramirín y quizás, la mejor amiga que Tula tuvo después de su hermana, Rosa. Se muda a la casa con la familia y tiene un hijo con Ramirín, quien Tula no conoció debido a que falleció antes de que naciese.
Género de la Tía Tula
La novela La Tía Tula, tiene elementos que caracterizan a Unamuno, tiene un poco de género de ficción, drama y amor. La misma es una novela que emerge de todos los elementos externos y se concentra en todos los aspectos psicológicos del personaje central, puesto que, Tula representa lo contrario de los vicios, el fanatismo y la obsesión que tiene un país en una determinada época, ella tiene virtudes admirables, y también tiene muchos defectos, es una mujer que tiene una mente llena de contradicciones.
Contexto histórico de la Tía Tula
Existen países en el que la sociedad aun es arcaica, con desarrollos limitados, que se dejan llevar por las jerarquías sociales y un apego indiscutible a la religión católica y a sus creencias, como lo fue España, un país en el que se limitó la política siendo una minoría quien tenía influencia en la misma. Emilia Pardo, condenó a la España de 1890, debido que, el papel fundamental de la mujer era el de ser religiosa, tener una familia y ser madre, todo como si fuese una obligación.
Eso representa la Tía Tula, el feminismo, puesto que la mujer antes de 1921 no era reconocida en España, cosa que ocurría con Tula, a pesar de que ella era la “madre” de cinco niños, ella no era reconocida como una madre en la sociedad.
Análisis literario de la Tía Tula
La novela La Tía Tula tiene un lenguaje ligero, sencillo y fácil, para que así, el lector pueda comprender la historia y no se fastidie de la misma, sin embargo, la trama de la novela es complicada debido a los aspectos psicológicos que posee el personaje principal, Gertrudis, o mejor conocido como Tula. La autora Emilia Pardo Bazán, indicó que la novela es una historia larga en un corto escrito, debido a que los lectores lo tardan más de un día en leer toda la novela.
La novela refleja en dolor y la tristeza que el personaje principal tiene, debido a todos los acontecimiento que, desde temprana edad, marcaron su vida, tanto para bien, porque la hicieron una mujer autoritaria y con carácter, y tanto para mal, porque esas dos cosas, que a veces parecían positivas, al mismo tiempo también podían ser negativas. Tula, hizo a un lado su propia vida para atender la de los demás, se sacrificó para que otros fuesen felices, sin embargo, eso la hacía feliz en algunos momentos, priorizó su ideal de una mujer pura acerca de la maternidad.
A pesar de que algunos lectores consideren que cometió muchos errores en su vida, como lo fue tener como prioridad cuidar a los demás en vez de a ella, es inevitable no estar identificada con ella, puesto que Miguel Unamuno creó a un personaje de la vida real, la relató y la describió tan a la perfección, que muchos, en algún momento de su vida se identifican con ella, puesto que, el autor entró a la mente de Tula, como si fuese alguien de la vida real, e hizo, que muchos, a través de su relato, vivieran, sufrieran y lloraran lo que ella sintió.
Mensajes
En las familias o en los grupos de amigos, siempre hay alguien que hace que todos se mantengan unidos, lo cual tiene cosas a favor y en contra, puesto que, cuando ese personaje falta, los círculos familiares algunas veces se fracturan.
Cuando dos personas están destinadas a estar juntas, al final, ese amor siempre florece, a pesar de que en un principio, se negara el mismo, por lo que, hacerlo público o secreto, siempre generará conflictos en cada quien, y más cuando ambos no están de acuerdo o no comparten las mismas opiniones.
El amor algunas veces puede ser temporal, una persona puede querer a otra, sin embargo, cuando no es amor verdadero, ese amor pasa como el viento, la persona se puede llegar a hartar o simplemente puede conseguir a otra persona.
Las mujeres, así no tengan hijos, tienen un instinto materno. Cuando una mujer no tiene hijos, tratan a otros niños cercanos, ya sean primos, sobrinos o hijos de sus amigos, como si fuesen los hijos propios.
Siempre habrá alguien se sacrifique sus metas por cuidar a los demás, cosa que no está mal, debido a que también haciendo sentir bien a las otras personas, ellas se pueden llegar a sentir realizadas de alguna u otra manera.
La figura materna es indispensable en todas las familias, algunas veces, es más relevante que la del padre, puesto que esta es más que dar a luz a un ser, es quien da vida a un niño, quien le da actitud.
Cuando las personas contraen matrimonio aún sin amarse, jamás sentirán ese amor, así crean que haciendo eso harán que el amor cada día vaya creciendo, quien hace las cosas por obligación, no obtiene lo que quiere, vive amargado y además infeliz.
El principal objetivo que tenían las mujeres antes era casarse, tener hijos y atender a la familia, y quien no hiciera eso, se consideraba una mujer inútil, que lo era lo suficientemente buena como para formar una familia ni como para mantener una relación estable.
La mayoría de las personas creen que tendrán a las personas siempre que las necesiten, por lo que algunas veces, no valoran a las mismas, cosa que está mal puesto que, cuando esa persona ya no está con ellas por diferentes motivos, se dan cuenta del verdadero valor que tenían y del cual no se dieron cuenta.
Juicio crítico
Miguel Unamuno a través de la novela La Tía Tula, describió a una madre virgen, debido a que el personaje principal, Tula, cría a cinco niños debido a que sus madres mueren, es la madre de esos niños sin dejar de ser virgen, y debido a su carácter, demuestra ser una madre para ellos y cumple su deseo.
En el prólogo de la novela, el autor compara al personaje con Santa teresa y Don Quijote, puesto que, representa la agonía de la fe y la lucha que tiene contra la razón, el personaje tiene un conflicto entre la razón y el sexo, puesto que, en el sexto capítulo de la obra, Ramiro y Tula conversan acerca de lo bueno y de lo malo acerca de que contraigan matrimonio, él afirma que Tula nunca se casará si no deja la religión a un lado.
Una de las debilidades que tiene Tula, es que ella se siente culpable de las cosas malas que le ocurren a su hermana, aun sin ser culpable, la sexualidad es uno de los temas principales de la novela. Puesto que, la sexualidad reproductiva está encarnada en Rosa, Manuela y la Caridad, y quien tiene un mayor espíritu en Tula, puesto que, al igual que la virgen María, ella tiene hijos aun siendo virgen.
Tula, igual intenta tener una relación con Ricardo, el primo de Ramiro, acción que falla debido a Tula. En el sexto capítulo, Tula piensa acerca de las enseñanzas que le dejó el catolicismo, recordando lo que su tío Don Primitivo le dijo “Me parece que lo que dices, Tulilla, huele un poco a herejía”, y ella le contesta que “tío es una tontería que puedo imaginar y, como usted dice que huele a la herejía, no pensaré de nuevo.” Luego de esto, el autor deja una reflexión, “¿Pero quién pone barreras al pensamiento?”. Miguel Unamuno expone sus dudas con respecto a la fe y las expone en el libro, debido a que Tula hereda su carácter a los niños y desea ser inmortal.
Muchos afirman que la novela La Tía Tula es una maravillosa obra debido a que toca temas poco comunes como el ser de las personas que aquella época, que tenían, algunos, como prioridad en cuidado de la familia y de los hijos, mayormente las mujeres. La novela se explica con un léxico fácil de entender y que llama la atención del lector, debido a la interesante trama que tiene la misma.
Tula, es un personaje digno de admirar, sacrifica su libertad por atender a una familia que no es la suya, se hace responsable de cada uno de ellos, tanto del padre, las madres y de los hijos, aun cuando ella no tiene (dentro de lo que cabe), un papel fundamental de la misma, puesto que ella podía conseguirse un esposo (tiene pretendientes de la novela los cuales rechaza), y formar su propia familia, dejando atrás el egoísmo que tiene ella misma, sin embargo, también es egoísta con los demás puesto que toma el mando y dirige la vida de ellos también.
El interesante argumento que mezcla el amor y el desamor, la infancia traumática que tuvo y tuvieron los niños, a pesar de que ella los cuidó y atendió, la religión, la muerte y todas las circunstancias difíciles que se derivan de las anteriores características, tienen un aspecto muy peculiar. La tía Tula, que es el personaje principal (y el nombre del libro también), hace que cada uno de los acontecimientos se desarrollen a su manera, ella tiene el control de la familia y se podría decir que hasta de la novela en general, ella tiene todo de manera muy organizada, a la perfección, como si ella fuese escrito la novela de su vida, sin embargo, por ser muy perfeccionista, siempre eso le da lugar a generar otros conflictos, internos y externos.
El autor demuestra un poco de la psicología femenina y el instinto maternal, demuestra que las mujeres por más que sea siempre necesitan tener hijos o de por lo menos, tener a alguien a quien poder atender, criar y ser una madre, así no sean de ella, como lo fue La Tía Tula, que incluso, privó a los padres biológicos de los niños de sus obligaciones con sus hijos, Tula los consideró maquinas creadoras de niños.
Por otra parte, el autor, destacó que su manera tanto de escribir como de pensar suele identificar al lector en algún aspecto de su vida, él hizo que muchas personas se identificaran con Tula y con Ramiro, con el carácter de ambos, y hasta que diferenciaran su relación como la que tenían ambos personajes, ya fuese en el ámbito familiar o amoroso.
Diccionario
Las siguientes palabras son utilizadas en el libro La Tía Tula:
- Adulada: Halagada, complacida, agradada.
- Hipodérmico: Debajo de la piel.
- Hospiciana: Alguien que tiene asilo en un refugio.
- Henchir: Llenar, ocupar completamente, colmar.
- Albedrío: Capacidad de reflexionar y elegir.
- Bronco neumonía: Enfermedad que consiste en la inflamación de bronquios.
- Insurgente: Rebeldía.
- Toca: prenda de tela para cubrir la cabeza. La de lienzo blanco usada por las monjas.
- Amortajar: poner la mortaja al difunto.
- Mortaja: Envoltura del cadáver.
- Urbanidad: cortesía, buenos modales.
- Amaño: destreza.
- Depravar: viciar, adulterar.
- Hereje: Desvergonzado, encarado.
- Vorágine: Aglomeración confusa de sucesos, de gentes o de cosas en movimiento.
- Arcabuz: Arma de fuego parecida al fusil.
- Jergón: Persona gruesa, perezosa…
- Glauca: Verde claro.
- Azumbre: Medida para líquidos.
- Borceguíes: Calzado que llega hasta más arriba del tobillo, abierto por delante y que se ajusta por medio de cordones.
- Vástago: Ramo tierno de un árbol o de una planta.
- Broquel: Escudo, defensa o amparo.
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Frases de La Tía Tula
“Por los ojos de Gertrudis pasó como la sombra de una nube de borrasca, y si se hubiera podido oír el silencio abríase oído que en las bóvedas de los sótanos de su alma resonaba como un eco repetido y que va perdiéndose a lo lejos aquello de o ella”
“Y fue a ocultar sus lágrimas y a echarse a los pies de su imagen de la Virgen de la Soledad y a suplicarle: ¡Mi vida por la suya, Madre, mi vida por la suya! Siente que yo me voy, que me llaman mis muertos, y quiere irse conmigo; quiere arrimarse a mí, arropada por la tierra, allí abajo, donde no llega la luz, y que yo le preste no sé qué calor…¡Mi vida por la suya, Madre, mi vida por la suya! que no caiga tan pronto la cortina de tierra de las tinieblas sobre esos ojos que dicen que son los míos, sobre esos ojos sin mancha que le di yo, sí, yo. Que no se muera…, que no se muera…Sálvala, Madre, aunque tenga yo que irme sin al que ha de venir”
«Y bien miradas y de cerca aún despertaba más Gertrudis el ansia de goce […] ella»
«.. Un amor perfecto, y bien alumbrado, a la luz que le sea propia. Porque ella creía»
«¡Esos ojazos de luto que se le meten a uno en el corazón…! Muy serios, sí […] ¡Todo se me volvía apartar mis ojos de ella por no cortarme!; pero nada, ella»
«Vivimos solas, te he dicho. Las mujeres vivimos siempre solas. El pobre tío es un santo, pero un santo de libro, y aunque cura, al fin y al cabo hombre.»
«Por los de Gertrudis pasó como una sombra de una nube de borrasca, y si se hubiera podido oír el silencio habrías oído que en las bóvedas de los sótanos de su alma resonaba como un eco repetido y que va perdiéndose a lo lejos aquello de o ella…»
«Bien dice el médico, sobrina, que parece como si hubieras nacido comadrona.»
“Eso de amor – decías Ramiro ahora – sabe a libro; sólo en el teatro y en las novelas se oye el yo te amo; en la vida de la carne y sangre y hueso el entrañable ¡te quiero! y el más entrañable aún callárselo.”
«Hay un amor aparente y consciente, de cabeza, que puede mostrarse muy grande y ser, sin embargo, infecundo, y otro sustancial y oculto, recatado aun al propio conocimiento de los mismos que lo alimentan, un amor del alma y el cuerpo enteros y justos, amor fecundo siempre.»
«Cuando la vio gozar, sufriendo al darle su primer hijo, es cuando comprendió cómo es el amor más fuerte que la vida y que la muerte, y domina la discordia de estas; cómo el amor hace morirse a la vida y vivir la muerte; cómo él vivía ahora la muerte de su Rosa y se moría en su propia vida.»
La Tía Tula película
La adaptación cinematográfica de La Tía Tula, fue el primer largometraje del director, Miguel Picazo, quien se inspiró en la novela de Miguel Unamuno, fue estrenada en el año 1964 siendo Aurora Bautista y Carlos Estrada sus protagonistas. Trata de Ramiro, un trabajador de un banco y padre de dos niños pequeños quien quedó viudo, toda esa familia quedó a cargo de su cuñada, la película fue realizada al pie de la letra de la novela de Unamuno.
Esta adaptación cinematográfica fue muy condecorada, en los Premios san Jorge ganó como mejor película y mejor interpretación (Aurora Bautista), y en la 20ª edición de las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos ganó por mejor película, mejor director, mejor actriz de reparto, mejor actor de reparto, mejor fotografía, mejor labor musical, mejores decorados y el premio Antonio Barbero.
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