Resumen de la Dama de las Camelias de Alexandre Dumas

La novela La Dama de la Camelias, es una obra  clásica de la literatura, nos cuenta el autor la dramática vida  de una mujer apresada entre la vida a la que se ha visto abocada por las circunstancias por un desdichado origen social y las posibles convenciones sociales que la arrastran a un  remolino que le va a resulta difícil salir. Te invitamos a entrar en este fabuloso drama.

Su Autor

Esta novela fue publicada en el siglo XIX, en el año  1848 bajo la autoría de Alejandro Dumas-hijo-, novelista de origen francés. Estuvo inspirada en una situación real de su vida misma y concerniente a su romance con Marie Duplessis, una  cortesana joven del París de la época, el autor nació el 27 de julio de 1824 y falleció  27 de noviembre de 1895,  fue un escritor y novelista de La dama de las camelias, la cual fue adaptada a la ópera en una versión llamada  La traviata, de Giuseppe Verdi.

Alejandro –hijo-, siguió los pasos de su padre, Alejandro Dumas, quién fue el famoso autor de novelas y obras de teatro ya conocidas como fue  Los tres mosqueteros. Dumas hijo fue aceptado en 1874 en la Academia Francesa y recibió Legión de Honor en 1894, así como le concedieron la prestigiosa distinción.

Dumas se trasladó a Saint Germain   para vivir con su padre en 1844, Ese  año, conoció a Marie Duplessis en París, la joven cortesana que iluminaría su gran novela romántica La dama de las camelias en el año 1848. Su novela  fue adaptada como obra teatral y alcanzó un  éxito,  que permitió a Dumas a persistir con su vida de dramaturgo. Se recibió en inglés Camille y  sus obras, estaban llenas de enseñanzas sobre la moralidad,  denunciando  las manías sociales de la época y abogando por los derechos de las mujeres y los niños.

Dumas hijo nos va a mostrar   una escritura y objetivos muy diferentes al escribir que el de su   padre. Este  texto es  fuertísimo, completamente despiadado, tremendo y a la vez que muestra una enorme pasión, nos muestra y admite la posibilidad de regeneración del ser humano, mediante la posibilidad de despertar al  amor verdadero,  desinteresado y profundo. Al mismo tiempo  hace ver que, aunque ese  amor se pueda dar y tenga posibilidades de desarrollarse, la sociedad de la época lo rechaza y puede destruirlo.

Sin embargo fuerzan a  los jóvenes a aquello que desprecian: como es  la promiscuidad sexual, y la deshonra de vivir como una querida y lo que significaba  la vulgaridad del amor comprado. Marguerite cuando descubre su capacidad de amar. Cree soñar y es despertada de un solo golpe de su sueño por la terrible y  cruel realidad, esa  sociedad que le impide limpiar una mancha, no le permite un cambio de estatus para que trasponga las normas. Esas normas que, tan hipócritamente, han permitido que exista el amor comprado y no el apoyar el amor desinteresado y en el fondo, el más puro.

Dumas hijo nos muestra  una intención moralizadora,  que no vemos presente en lo que ha sido  la  obra de Dumas padre, «Mi padre―cita Maurois a Dumas―es un niño grande que yo tuve cuando era muy pequeño». Dumas hijo nos muestra un hombre que vivió una vida turbulenta y que el hijo rechazará; Padre e hijo enderezaran  sus entuertos, como señala Maurois en el prefacio, pero «mientras el padre las enderezaba con la espada, el hijo con sermones. Le gustaba crear figuras reflexivas que denunciaban los vicios de su tiempo». Además, Dumas durante ese tiempo en que mantuvo una relación amorosa con la gran escritora George Sand, ella le influyó para que tratase los temas femeninos.

La Dama de las Camelias

Esta novela fue inspirada por un hecho real en la vida de su protagonista Alexandre y a un romance, que tuvo con Marie Duplessis, que tuvo  lugar en 1847 según el autor,  ella era una joven cortesana de París que había  mantenido  diferentes relaciones con grandes hombres  de la vida social del Paris de esa época. Al movimiento literario que se conocería como realismo, pertenece esta  novela, pasando a ser  una de las primeras que formaran parte de esa transición hacia el romanticismo.

El libro  La Dama de las Camelias es una clásica  la historia de amor entre  Margarita Gautier y Armando Duval. Ha sido una de las historias más apasionadas que se conoce en la literatura. Se trata del amor que nace entre una cortesana de la época llamada Margarita y un joven aristocrático de nombre Armando. Vamos a encontrar marcados los obstáculos y dificultades de la relación,  sobre todo por los prejuicios sociales y clasistas, que no son un impedimento para que durante la trama de la novela ambos luchen por lo que sienten.

Para evitar ser blanco de críticas se retiran de la vida mundana de París y y del rechazo de amigos y familiares, deciden refugiarse en el campo,  allí disfrutan de cinco largos meses de amor idílico, pero  no fueron razones suficientes  y el amor así como  un futuro prometedor, pudieron con más fuerza y  ser alcanzados por los prejuicios y el pasado. Margarita se ve obligada a separarse de su amado de cara a la realidad que ambos quisieron evadir  y a adoptar la más cruel decisión.

Espacio y tiempo

La novela está ambientada en París, y algunos lugares campestres cercanos, como Bougival. Podríamos ubicarla alrededor de 1840, durante la monarquía de Luis Felipe de Orleans. La duración de la trama es de aproximadamente tres años, aunque solo durante un año existe acción. La obra comienza con los funerales de Margarita Gautier, protagonista de la obra.

Tema

Pese al tema romántico: amor que lo rinde todo, amor imposible celos, pasión…es la manera de narrarlo: de forma completamente realista. Pero lo novedoso de esta obra, es lo  escueto en las palabras y en general las descripciones, nos cuenta la historia desde un punto de vista externo: un narrador –que nunca es presentado en el libro- conoce por casualidad una mujer que ha muerto y se subastan sus bienes.

A partir de esa curiosidad del comienzo, él  compra  un ejemplar de Manon Lescaut -un clásico francés sobre la vida de otra cortesana- con una breve nota escrita, por tal motivo  el narrador entra en contacto con el ferviente y dolido enamorado de la bella fallecida, Armando Duval. Y Armando, completamente deshecho de dolor, le comienza a contar, como le urgen la  necesidad de sacar fuera de sí, esa  tempestuosa relación con Marguerite. Para ese momento lo  que desconoce el joven amante, es  la verdadera razón del abandono de la bella dama y se lo va a relatar el autor en un crudo texto, que termina siendo una mezcla de carta y diario, escrito antes de morir por la propia Marguerite.

Los temas más importantes y principales que toca  la novela son la prostitución, que se ve  reflejada en la existencia de la intérprete Margarita Gautier, va acerca de sus hábitos y grupos de amistades, al mismo tiempo la generosidad en diversos momentos de la protagonista y por otro lado, la encontramos sobre todo al  amor que profesa por  Armando Duval.

La novela asume una crítica fuerte alrededor de los prejuicios sociales, en especial por el rechazo social al no querer  aceptar a Margarita como su amada. El padre de Armando Duval, representa el ser  que le exige sacrificios y los recelos y la venganza que va a aflorar en el personaje de Armando Duval,

La narrativa de la novela la realizan dos  relatores, un narrador editor por una parte, quien conoce al otro narrador que se denominará el protagonista; Armando Duval. Su lenguaje está escrito  sencillamente y estructurado en veintisiete capítulos que no poseen títulos.

La ópera -La extraviada- o  La traviata, Giuseppe Verdi, gran  compositor italiano se basó en esta novela que lleva el nombre de la protagonista, cuyo personaje principal es Margarita la cortesana.

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Técnicas literarias

En esta obra   nos vamos  a encontrar con  bastantes técnicas literarias, por ejemplo, al comenzar, con un personaje que es el narrador -del que se desconoce el nombre-, siempre va a hablar en primera persona, hasta que aparece  un “flashback”, que hace una  vuelta atrás en el tiempoque es de parte del protagonista; Armando Duval, es entonces él,  que inicia el  habla en primera persona, contando la dolorosa historia de amor con Margarita.

También encontraremos algunas figuras literarias, Algunas de ellas son, pero son escasas. por ejemplo:  el símil -o comparación-, expresiones como:

“Su paso seguro, su talle leve, las aletas de la nariz rosadas y tremantes, sus grandes ojos ligeramente sombreados de azul, denotaban una de esas naturalezas ardientes que esparcen en torno a ellas un perfume de indescriptible voluptuosidad, como esos frascos de perfume de Oriente que, por más cerrados que estén, dejan escapar el perfume de la esencia que contienen”

    Otra es la personificación, llamada también -adquisición de comportamientos humanos a seres no humanos–  en expresiones tales como: “ la ciudad dormía todavía”.

Otro aspecto que me llama la atención es la razón puede ser o bien por tener un alto rango social o económico que no querían desvelar o, es la ocultación de las identidades de los personajes pasajeros o secundarios o por lo contrario, por sentirse avergonzados de sus actos, al  ser amantes de mujeres libertinas.

Personajes

Principales

Margarita Gautier  es la famosa Dama de las Camelias: Es quién va a  protagonizar esta novela, ella se encuentra muy enamorada de Armando Duval, ella no tiene padres ni familia reconocida, es una joven cortesana que ha sido relacionada con muchos aristócratas, donde se destacan un el conde y un duque. Vino al mundo en el campo, ella abandona a su pobre familia para irse a vivir en París, donde se acentuaría llevando una vida libertina y de grandes lujos y gastos. Su característica principal es estar perennemente acompañada de un ramo de camelias blancas, si estaba disponible o rojas, si no lo estaba.

Era una mujer muy hermosa y  bastante enfermiza. Aunque al comienzo de la obra se ve como una chica superficial, con el transcurrir  de la novela se va a mostrar como una mujer completamente enamorada, de forma sencilla y sobre todo caritativa. Ella se enamora perdidamente de Armando Duval, ella condiciona al principio la relación y  le pide que la deje vivir como le parezca y sin embargo  termina por dejar todas esas costumbres libertinas para comenzar a vivir de forma sólida con Armando Duval.

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Ella no contaba con algo, el papá de Armando Duval le ruega abandone a su hijo, ello constituirá para ella  su sacrificio último. Por tal motivo decide regresar a su vida libertina, con lo que  logra acelerar su solitaria y penosa y muerte, causada por la tuberculosis, que venía padeciendo desde hace tiempo.

Armando Duval: es el hombre joven que se enamora perdidamente de la protagonista Margarita. Desde la inicial vez que la vio en su primer encuentro se enamoró solo, y debido a ello fue el primero en mostrar preocupación  por la salud de la bella  joven y gracias a ello logras su amor.

Armando decide no aceptar  totalmente la condición que coloca Margarita, a pesar de por un cierto periodo soportó coexistir con el dinero que ella recibía de sus otros amantes, por ser una  hermosa joven;  Armando era un abogado recién graduado y pobre pero a través de su amor  logra Finalmente que Margarita abandone su vida licenciosa.

Cuando Margarita lo abandona, se siente  traicionado, comienza a cortejar a Olimpia, quien es otra mujer de vida libertina, con el objeto de hacerle daño a su amor verdadero. Más tarde se enteraría de que la fulana  “trampa” de Margarita,  era tan solo otra prueba del gran amor de ella hacia él, lo cual lo dejaría completamente desolado.

Secundarios

Narrador: Se desconoce quién es realmente y no se dice su nombre durante la novela. Aparece su acto cuando acude al remate de los bienes de Margarita Gautier,  ya que comprar un libro intitulado Manon Lescaut del Abbé Prévost,  lo adquirió por bastante dinero.  Armando Duval intentaría posteriormente, adquirir el libro, y este narrador se lo cedió, así se inició a una gran simpatía entre estos dos personajes.

Prudencia Duvernoy: Fue una cortesana, cuando era joven  como la protagonista, era su vecina y amiga de Margarita. Vendía sombreros y ropa, su amistad con Margarita era  por interés, luego se dedicó cuando Margarita enfermó a alejarse de ella  y la abandonó.

Julia Duprat: si era realmente  amiga de Margarita, estando con ella  cuando su amiga se encontraba moribunda y después de su muerte llegando inclusive, durante todo este padecimiento de Margarita  le escribía cartas a Armando.

Padre de Armando Duval: Es un señor que vive en el campo y es bastante chapado a  la antigua, al enterarse de la relación  entrañable  de su hijo, hace lo posible  por  convencerlo, que terminé esa relación con Margarita y al darse cuenta  que su  hijo no le hace caso, decide intentarlo con ella misma, y ella renuncia a su amor.

Olimpia: Armando la utilizaría para darle celos a la misma. Aparece casi al final de la obra. Es también una joven cortesana al parecer amiga de Margarita.

Terciarios

El Conde: Era un hombre joven que estaba enamorado y mantenía económicamente a Margarita, más a elle le parecía aburrido y siempre lo despedía con rapidez.

El Duque: Era un hombre viejo de una monumental fortuna que citaba a Margarita, sobre todo porque tenía una hija que había muerto y de un enorme y gran parecido a la intérprete. Era el más grande  protector económico  de la joven.

Gastón: era una amigo de Armando Duval, solo aparece al comienzo de la novela.

Nanine: era la doméstica de Margarita

José: era el sirviente  de Armando, estaba encargado de llevar de parte de Armando las cartas a Margarita.

Blanca: es familiar de Armando, su hermana.

Argumento

La Dama de las Camelias, tiene un argumento  sencillo, sin embargo  abarca una historia dolorosa. Marguerite Gautier, una reconocida cortesana de París, lucha por un amor que le fue imposible disfrutar, el de Armando Duval. La pasión que existió entre los dos jóvenes no fue  suficiente para que su relación perdurara y fue completamente efímera. Las visa social del momento junto a las presiones, los prejuicios de los seres cercanos y al final  la sociedad…harán que los protagonistas se pierdan en una maraña y abandone todo, no consiguiendo salir de  su yugo.

Resumen por capítulos

Inicio

I. El Narrador –quien es un personaje en la historia- por casualidad se entera que ha fallecido una joven cortesana y que todas sus pertenencias serán sacadas a una  subasta para poder sufragar las deudas. La joven fallecida era conocida suya, de vista: su nombre Margarita Gautier.

II.- Margarita era una joven de gran hermosura, con una importante vida social; asistía a todos los estrenos del teatro y de la ópera, era famosa como cortesana de postín, era suficientemente reconocida,  asistía con frecuencia  a todas las funciones con tres objetos: sus gemelos, una bolsa de bombones y un ramo de camelias, motivado a ello su florista le  puso el apodo de “La Dama de las Camelias». El Duque, el cual la trataba generosamente y con respeto, le otorgaba a Ella una pensión sugerida que le daba.

III. La subasta, fue bastante concurrida. El narrador acude y hace una puja por el libro Manon Lescaut de Abbé Prévost, que tenía una gran  dedicatoria,   logran que lo  adjudiquen por un valor más de diez veces mayor al real, el orgullo masculino lo hizo  personalmente realizar esta  puja de tal manera. El libro tenía una  dedicatoria que dice “Manon a Margarita, humildad”,  y estaba rubricado por Armando Duval.

Se obtuvo 150.000 libras, por la venta de los bienes de la damisela, dividiéndose así;

  • dos terceras porciones las tomaron en   las manos de sus acreedores
  • y una migaja a su hermana querida, a la que llevaba años sin ver.

IV. Armando Duval va a ver al narrador en un estado lamentable y completamente deprimido, y le ruega que por favor le venda el libro que compró en la subasta  y le muestra  una carta que fue escrita por Margarita donde  le pide que por favor  acuda a la puja  y que consiga comprar algo para que no la olvide. El narrador termina por  regalarle el libro por lo que va a ser el comienzo  de una gran  amistad entre Armando, que le agradece llorando desconsoladamente el regalo y se marcha bañado en  llanto.




V.- El narrador no sabía nada ni tenía noticias de Armando Duval, había pasado un largo tiempo y así que decide ir a investigar por él en el cementerio, allí estaba la tumba de la joven Margarita adornada completamente con innumerables camelias. En el cementerio  el jardinero le contó que un hombre y le  había ordenado que siempre estuviese  así y que este había viajado para que la hermana de la difunta Margarita, autorizase el traslado del féretro  ya que en ese cementerio solo se podía estar  cinco años, y Armando quería otorgarle un descanso por vida, en un buen lugar. El narrador logra obtener la dirección de Armando Duval y llega  a visitarle, al día siguiente, recibe un mensaje suyo en el que lo invita y el Narrador parte hacia su casa.

VI.- El narrador va a encontrase con Armando y encuentra al joven en un estado completamente de sufrimiento, explicando lo del traslado del cuerpo y que quería estar presente diciendo: “Es lo único que puede curarme. Llevo sin dormir desde que me enteré de su muerte, y sobre todo desde que vi su tumba. No puedo hacerme a la idea de que esa mujer, a quien abandoné tan joven y tan bella, esté muerta. Tengo que cerciorarme por mí mismo. Tengo que ver lo que ha hecho Dios con aquel ser que tanto amé, y quizá el asco del espectáculo reemplace la desesperación del recuerdo…”

El Narrador lo acompaña y acuden juntos a la exhumación del cuerpo, al narrador le pareció muy raro y desbastador,  el cual resulta muy doloroso para Armando.

Desarrollo

VII. Armando, se encuentra totalmente convaleciente en cama, le pide al narrador que comience a  escribir  un libro sobre lo que le narra. Y comienza a  contarle su verdadera  historia: Armando le dice que desde que conoció a Margarita por vez primera, supo que en su vida estaba destinado a mirar con buenos ojos a ella, aunque anhelara la conquista: Y yo, que pensaba que sería difícil y que tendría que sufrir por aquella mujer, me concediera excesivamente pronto un amor temía que me aceptara excesivamente de prisa y que yo hubiera idolatrado pagando con una larga y difícil espera o un  expiación enorme.

Es que definitivamente los mortales somos así; los deseos del cuerpo hagan esta concesión a los sueños del alma y es una suerte que la utopía deje esta poesía a los sentidos y que tal.  Armando contó que la vez que fueron presentados, ella diría que “nunca había visto nada más chistoso que él”, eso fue en la ópera, y él había hecho el total ridículo,  Armando la había intentado ver varias veces, a partir de aquí, pero de repente ella cayó enferma  tuberculosis. Él acudió a su casa incontables veces e iba y preguntaba su estado de salud, sin nunca dejar jamás  un recado, o una tarjeta de visita o solicitar el subir a visitarla. No la llegaría a ver de nuevo en dos años.

VIII. Después de esos 2 años, en todo ese tiempo la volvió a ver y su amor estaba intacto. A través de sus palabras lo manifestaba: “Lo que no impidió que mi corazón latiera cuando supe que era ella; y los dos años pasados sin verla y los resultados que aquella separación hubiera podido ocasionar se desvanecieron en la misma humareda con el solo rozar de su vestido”.  Por tal motivo  le pidió a una amiga conocida, Prudencia Duvernoy, una gordita que había sido también  cortesana, que por favor se la presentase nuevamente. Ella le contó que un duque muy viejo y muy rico y que Margarita era  su protegida,  que la joven cortesana  nunca se dormía antes de las dos de la mañana y pero que no tenía amantes, que, a veces, tenía compañía;  un joven conde que la cortejaba, pero que a ella le aburría soberanamente.

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IX.- Armando y Margarita, esta aunque al principio no pudo recordarlo, se volvieron a presentar después lo haría, solicitando disculpas por la vez anterior. Armando le comunicó que él era el personaje que iba a preguntar por el estado de salud durante su enfermedad, lo que ella correspondió. Margarita alternaba las visitas de Armando con las del conde, a quien trataba últimamente  con mucha crueldad, finalmente lo  despidió para recibir a Armando. Así que  Prudencia y Gastón un amigo de Armando,  durante una alegre velada, en la que la joven hizo gala de sus modales. Lamentablemente a Margarita le sobrevino una crisis de tos por lo que debió  salir  en forma rápida a su cuarto y Armando la siguió, muy preocupado por el estado de su salud.

X.- Armando le comenta que por qué no abandona esa vida licenciosa, y ella le contestó que a ninguna persona le importaba su estado de salud, el joven replicó que a él sí. Armando le decide confesar que  la amaba con locura y  ella después de algunas dudas lo acepta pero a convenir ya que debería ser: confiado, sumiso y discreto. Armando le pregunta cuándo se volverían a ver, ante lo cual  contestó es lo que Margarita: Porque -dijo, independizándose de mis brazos y arrebatando el  gran ramo de camelias rojas que había comprado por la mañana colocó en mi ojal,  una camelia – porque no siempre se pueden cumplir los tratados el mismo día en que se firman. Se despidió diciéndole que se verían cuando la camelia cambie de color, se besaron y ella justificó su actuar de esta forma:

Margarita le dijo que  le puede  parecer  raro que le haya mostrado estar tan dispuesta a admitirlo así, en seguida. ¿Sabe a qué se debe?

¡Se debe -continuó, tomándome una mano y colocándola contra su corazón, cuyas palpitaciones violentas y repetidas yo sentía-, se debe a que, ante la perspectiva de vivir menos que los demás, me he propuesto vivir más deprisa!

XI.- Armando Duval se encuentra estupefacto de lo ocurrido, estaba feliz y se obstina al creer que ella no es una mujerzuela. Él fue a verla, como le había prometido en la inmediación y ella con la suspicacia que la caracterizaba le contestó que no se acordaba de ese  pacto, no obstante, Armando como se ha ido adiestrando al actuar de su joven enamorada. Prudencia, la otra cortesana ,  le dijo que Margarita consideraba que él era encantador.

XII. En esa ocasión Armando pasa la noche con Margarita en su casa, ella lo despide a las cinco de la mañana porque ese día el duque vendría muy  temprano y le promete mandarle por escrito  la posibilidad para su cercana cita, y le hace entrega de una llave de su casa. Armando le haría al día siguiente, una gran y fea escena de celos,  porque la había observado que estaba con el conde en el teatro, pero luego él cae en cuenta  que él mismo había aceptado ciertas situaciones y Margarita lo perdona, descubriéndole que se encuentra también  enamorando de él.

XIII. Prudencia habla con Armando y le recomienda que no fuera celoso, que recordara que él no podría nunca mantener la vida de lujos que lleva Margarita, conscientes de la realidad y que lo conveniente era que únicamente se amaran a escondidas. Armando fue invitado por Margarita a pasar varios meses en el campo, pero él se ofendió, expresando que no aceptaría esa  situación a través de  esos medios, gran error otra vez se dio cuenta en el  que incurría y fue completamente perdonado en esa segunda ocasión. Armando recibe una comunicación  de Margarita el día después siguiente, que decía: “Me siento mal, no venga hoy”, no obstante, acude y va y observa  que el Conde entraba en la casa, por lo cual sufrió amargamente mucho.

La dama de las camelias

XIV.- Armando ante tal situación  escribe una carta llena de ira para Margarita. Nuevamente se arrepiente y se desespera por haber actuado de tal manera, y ruega le perdone:

    «Alguien que se arrepiente de una carta que escribió ayer, que se irá mañana si usted no lo perdona, desearía saber a qué hora podrá ir a depositar su arrepentimiento a sus pies. ¿Cuándo podrá encontrarla sola? Ya sabe usted que las confesiones deben hacerse sin testigos.»

XV.- Armando cuando logra ver a Margarita le pregunta acerca de la razón por lo cual le engaña, y ella responde de tal forma:

 “Amigo mío, si yo fuera la señora duquesa de tal o de cual, si tuviera doscientas mil libras de renta, y siendo su amante, tuviese otro amante distinto de usted, tendría usted derecho a preguntarme por qué lo engañaba; pero, como soy la señorita Marguerite Gautier, tengo cuarenta mil francos de deudas, ni un céntimo de fortuna y gasto cien mil francos al año, su pregunta es ociosa y mi respuesta inútil”.

Ella le comunica que aceptó ver al Conde para poder realizar el viaje al campo, luego dijo que siempre estaba muy vigilada, puesto que no quería deberle nada a Armando,  confesándole a Armado  la causa por la cual lo había aceptado como amante: porque es el único hombre que se ha logrado  compadecer de ella, pero:

    “Entonces te encontré a ti, joven, ardiente, feliz, y he intentado hacer de ti el hombre a quien llamaba en medio de mi ruidosa soledad. Lo que yo amaba en ti no era el hombre que eras, sino el que ibas a ser. Tú no aceptas ese papel, lo rechazas como indigno de ti; eres un amante vulgar; haz como los demás: págame y no hablemos más”.

Armando avergonzado,  vuelve a suplicar su perdón y decide no irse de París.

XVI. Armando comenzó a actuar de forma más  inteligente y  aceptar todas esas condiciones que le proponía Margarita, prontamente le otorgaría el Manon Lescaut del Abate Prevost. Armando tuvo que adquirir algunas deudas, cambiando su existencia y adquiriendo nuevo hábitos, y  de alguna manera  jugar para poder así obsequiar a su enamorada, el mayor regalo que era  intentar curar a Margarita, y eso estaba funcionando  de cierta manera.

XVII. Margarita le pidió al duque,  pasar una período en una alegre casa campestre en Bougival, El Duque se enteraría que habitaba con Armando en aquella casa, por lo que el cual al poco tiempo le  provocó que le diera un ultimátum a la cortesana “Yo (y la renta) o Armando Duval”. Ella sin pensarlo escogió el amor, haciendo todo lo posible para que la felicidad de Armando se elevaraal infinito. Margarita decide terminar con todas sus prácticas anteriores, inclusive a lo referente  con sus antiguas amistades. El Duque se arrepiente  y vuelve  a rogarle que lo acepte, sin importarle las circunstancias en que pueda verla, pero Margarita se encuentra reformada y rechaza abrir de nuevos sus cartas.

XVIII. Margarita y Armando, ambos jóvenes y enamorados hacían proyectos para su vida porvenir, y por ello preferían no regresar a París. Armando comienza a notar que los bienes de Margarita iban esfumandose, por lo que viaja a París y se entera de que ella tenía muchas deudas y había comenzado a  vender todo y su amiga Prudencia le dijo:

-¡Ah! – continuó con esa insistencia típica de la mujer que puede decir: «¡Qué razón tenía yo!» – ¿Cree que basta con amarse e irse al campo a vivir una vida pastoril y vaporosa? No, amigo mío, no. Al lado de la vida ideal existe la vida material, y las resoluciones más castas están sujetas a la tierra por hilos ridículos, pero de hierro, y que no se rompen tan fácilmente»

XIX. Armando preocupado por su amada se compromete a pagar todo, Margarita rechaza la oferta de Armando, y se ha propuesto que viviesen más humilde y austeramente, sin embargo se reconoce y Armando le dice que Margarita necesitaba de sus lujos. Ella responde:

-¡En una relación como la nuestra, si la mujer tiene aún un poco de dignidad, debe imponerse todos los sacrificios posibles antes que pedir dinero a su amante y ofrecer un aspecto venal a su amor. Tú me quieres, estoy segura, pero no sabes lo frágil que es el hilo que sujeta al corazón el amor que se siente por chicas como yo!

-¿Quién sabe? ¡Quizá un día de mal humor o de aburrimiento lo imaginaras ver en nuestra relación un cálculo hábilmente combinado! Prudencia es una charlatana. ¡Para qué quería yo los caballos! Vendiéndolos, economizo; puedo pasarme sin ellos perfectamente y así no me gastan nada. Todo lo que te pido es que me quieras, y tú me querrás lo mismo sin caballos, sin cachemiras y sin diamantes.

Armando ; no quiere permitir esa posición, y no  posee  la vanidad de velar por la de Margarita   y que  ella pueda conservar el lujo en medio del que he vivido, quiere conservar la distancia moral que los separa;

Ella  le dice  que podrían  vivir felices juntos y él prefiere estar  arruinado, como un esclavo con  ese  prejuicio ridículo. Ella le pregunta si él cree que puede comparar unas joyas o un coche  con su amor.  Le dice también si él puede creer en la felicidad solo consiste en las vanidades con que una se contenta cuando no ama nada,

¿Tú pagarás mis deudas, malbaratarás tu fortuna ¡y me mantendrás al fin! ¿Cuánto tiempo durará todo eso?

Margarita le dice Armando;  no vuelvas a arrojarme a la vida que me vi obligada a llevar en otro tiempo. Ella le propone  que en dos o tres meses, será demasiado tarde para emprender la vida que propongo, pues entonces lo aceptarías todo de mí, y eso es lo que un hombre de honor no puede hacer, que ahora tiene ocho o diez mil francos de renta, con los cuales podían  vivir. Ella comenzaría a vender todo lo superfluo, y con esa venta tendrían como  dos mil libras al año. Dejaría su actual piso y alquilarían un lindo pisito en el que se quedaran los dos viviendo. En verano irían al campo, pero a una casita suficientemente sencilla  para dos personas.

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XX. Armando acepta con gusto la especial propuesta de su amada, más tarde un poco después llegaría el padre de Armando. El señor Duval comienza a reprocharle a Armando su ligera conducta al siendo flanco de la señorita Gautier y le ordena que inmediatamente que la abandone, pero Armando decide rechazar esa imposición.

XXI. Armando habla con Margarita  y le cuenta la situación con su padre a su enamorada. Ella le pide que haga hablé con su padre y que  reconsidere para que ambos puedan  amarse con total libertad. Armando no encuentra a su padre por algunos días, pero este reclamo de parte del padre de Duval,  cambiaría de forma drástica el estado de ánimo de Margarita. Armando logra encontrar al fin  a su padre, y lo convence  y dice que toleraría la relación de su hijo.

La dama de las camelias

Nudo

XXII. Armando Duval, se halla feliz y regresa con su amada, para  llevarse una gran decepción al no encontrarla en la casa de campo, ya que se ha marchado  a París. El joven acudió a París caminando y como era muy tarde, solo encontró una carta en su casa, la cual le escribía:

    ««Armando, cuando lea esta carta, ya seré la amante de otro hombre. Así que todo ha terminado entre nosotros”.

    «Vuelva con su padre, amigo mío, vaya a ver a su hermana, joven casta, ignorante de todas nuestras miserias, y a su lado olvidará muy pronto todo lo que le haya hecho sufrir esa pérdida que llaman Marguerite Gautier, a quien quiso usted amar por un instante y que le debe a usted los únicos momentos felices de una vida que ella espera que ya no será larga.»»

Armando se llena de una desdicha inimaginable  y desesperación, y con una gran  necesidad, acudirá a compartir su gran tristeza con su padre, con el cual se marcharía al día siguiente a su hogar de origen.

XXIII. Armando pasa unos días caracterizados por su desánimo, siente la necesidad de volver a verla y regresa repentinamente a París. La ve, ella ya había recobrado sus caballos y bienes, y al parecer la vida disipada de antaño. Armando se llenó de celos y de ira al desear venganza. Visitó a la cortesana Prudencia, a quien le contó sobre su relación con Margarita:

Le dijo que la perdonada, -puede decírselo-. Es una buena joven sin embargo  es una golfa, y lo que ha hecho me lo  debía esperar. Hasta agradecido con su resolución, realmente era una locura. Pues hoy me pregunto ¿adónde nos hubiera llevado mi idea de vivir siempre con ella?

También le contó  Armando  de Olimpia, una antigua amiga de Margarita, a quien pensaba conseguir con dinero. Olimpia ofreció en su casa una fiesta y Armando concurrió a esa fiesta ofrecida por ahí vio a su primera amante con muchos  celos:

Armado llegó al baile, que estaba ya muy animado. Cuando se llenó de sus dolorosas emociones, todo bailaban y gritaban incluso, y en una de esas contradanzas, descubre a Margarita bailando con el Conde de Varville,  él cual parecía muy vanidoso de exhibirla y creía decir a todo el mundo: ¡Esta mujer es mía!

Armando hace todo lo posible en conseguir a Olimpia esa misma noche, lo cual obtendría.

XXIV. La relación de Armando con Olimpia provocaría bastantes malestares a Margarita, por tal motivo termina su amistad con ella y comienza Margarita a  cada día a verse cada vez más pálida. Armando se sentía  feliz con los efectos de su  tonta artimaña. Margarita acudiría a pedirle clemencia poco después, diciéndole que había sufrido mucho y que todas las circunstancias que ha vivido le habían obligado a tener que abandonarle. Armando le dice que olvidaría todo lo pasado y pasaron de nuevo  la noche juntos:

    ¡No, no -me dijo casi con espanto-, seríamos muy desgraciados; yo ya no puedo valer para hacerte feliz, pero mientras me quede un soplo de vida seré la esclava de tus caprichos. A cualquier hora del día o de la noche que me desees, ven y seré tuya; pero no asocies más tu futuro con el mío: serías muy desgraciado y me harías muy desgraciada. Aún seré por algún tiempo una chica bonita: aprovéchate, pero no me pidas más!

Armando fue a visitarla al día siguiente,  pero no le dejaron pasar nuevamente pues se encontraba ocupada con el Conde, vuelve a llenarse de ira y escribió un mensaje:

   “ Volví a mi casa como un borracho, y ¿sabe lo que hice durante el minuto de delirio celoso que bastó para la acción vergonzosa que iba a cometer? ¿Sabe lo que hice? Me dije que aquella mujer estaba burlándose de mí, me la imaginaba en su tete-à-tête inviolable con el conde, repitiendo las mismas palabras que me había dicho por la noche, y, cogiendo un billete de quinientos francos, se lo envié con estas palabras.

    «Se ha ido usted tan deprisa esta mañana, que olvidé pagarle. Ahí tiene el precio de su noche.»

Armando acudió a ver a Margarita pero lo único que recibió fue “La señora se ha ido a Inglaterra hoy a las seis”.La criada le devolvió el recado y los 500 francos, ya desesperado y quizás como siempre  arrepentido.

Desenlace

XXV. El narrador dice que ese era el final  que Armando podía contar, el resto tan solo eran cartas que habían sido escritas por la joven  Margarita durante su  enfermedad que la acabaría definitivamente, las cuales nunca fueron recibidas por Armando. La primera comenzaba:

    “No pude resistir el deseo de darle una explicación de mi conducta, y le escribí una carta; pero, escrita por una mujerzuela como yo, tal carta puede parecer una mentira, a no ser que la muerte la santifique con su autoridad y que en vez de ser una carta sea una confesión”.

La dama de las camelias

Le confiesa  que mientras él buscaba a su padre, este mismo  llegó a visitarla rogándole que dejara a su hijo, puesto que estaba  interfiriendo directa e indirectamente con las relaciones familiares y con la felicidad de su hija, la hermana de Armando:

Bueno le dijo el Padres de Armando a Margarita, ¡pues mi hija va a casarse. Se casa con el hombre que ama y entra en una familia honorable que quiere que todo sea honorable en la mía!

La familia del hombre que iba a ser su yerno se ha enterado de la vida que Armando está  llevando  en París y ha manifestado que si Armando sigue viviendo así, retirará su palabra. En las manos de Margarita está el futuro de una niña que no tiene la culpa de la vida disipada de su hermano con la cortesana  y que tiene todo el derecho a contar con un buen matrimonio futuro.

Dijo Duval Padre: ¿Puede usted y se siente con fuerzas para destrozarlo? ¡En nombre de su amor y de su arrepentimiento, Marguerite, concédame la felicidad de mi hija!

Ella finalmente y con mucho dolor, aceptaría…

XXVI. Margarita ve que su salud empeoraba y  continuaría con sus cartas suplicando que Armando la visite, o morir de una vez, recibió fue una carta del padre de Armando,  único consuelo,  que acompañada una cantidad de dinero. Al poco tiempo le terminarían de embargar sus bienes, y las cartas serían  escritas por Julia Duprat, pues su amada Margarita ya estaba imposibilitada.

Margarita me ha hecho prometer que le voy a escribir a Armando  cuando ella ya no pueda, y estoy escribiéndole delante de ella, no me puede ver ya, pero dirige sus ojos hacia mí, pero: su mirada se encuentra ya velada por la muerte que está muy cercana; sin embargo sonríe de vez en vez,  estoy completamente  segura de que todos sus pensamientos y toda su alma y corazón  están puestos en usted, Armando.

Estos últimos momentos cada vez que alguien abre la puerta, sus ojos se llenan de luz  y siempre cree que usted va a entrar; cuando ve que no es usted el que llega, su rostro recobra de nuevo su adolorida expresión, quedando completamente  bañado en un sudor frío, y sus mejillas se tiñen de púrpura.

En cada carta que abarca el manuscrito, el grado de sufrimiento de Margarita era  completamente mayor, lo que más deseaba era verle a Armando  y pasar esos sus últimos días junto a él, pero lamentablemente  no pudo ser, Armando llegó demasiado tarde.

Margarita o Marguerite,  finalmente moriría en la más extrema soledad y desgracia.

XXVII. Esta novela acaba el relato, cuando el narrador comenta que acompaña a Armando Duval de regreso a su casa y registra:

    -¡Volví a París, donde escribí esta historia tal como me la contaron. No tiene más que un mérito, que quizá le será discutido: el de ser verdadera!

No saco de este relato la conclusión de que todas las chicas como Marguerite son capaces de hacer lo que ella hizo, ni mucho menos; pero tuve conocimiento de que una de ellas había experimentado en su vida un amor serio, por el que sufrió y por el que murió, y he contado al lector lo que sabía. Era un deber.

No soy apóstol del vicio, pero me haré eco de la desgracia noble dondequiera que la oiga implorar.

La historia de Marguerite es una excepción, lo repito; pero, si hubiera sido algo habitual, no habría merecido la pena escribirla.

Si éste resumen  fue de tu agrado, también podrían ser de tu interés los siguientes enlaces:

El Arte de Amar (Libro)

La Búsqueda (Libro)

La Tregua (Libro)

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