Arráncame la vida, es una novela de estilo romántica realista, de la autora mexicana Ángeles Mastretta, en el cual, se narra la vida de la joven Catalina Guzmán, que pensando que con el matrimonio iba a salir de la monotonía y la pobreza accede a casarse Andrés Ascencio, un hombre con mucho poder que le dobla su edad, en el transcurso de su relación se siente fracasada generándole un sentimiento de rebeldía, que conlleva a una liberación sin remordimientos. ¡Te invitamos a leer ésta apasionante historia…!.
Argumento
La novela Arráncame la vida Ángeles Mastretta, fue escrita en la Ciudad de México en el año 1985, cuenta la vida de la muy joven Catalina Guzmán, su ímpetu como mujer pro modernista, en un país que estaba saliendo de los estragos de la Revolución Mexicana, el vínculo con su esposo Andrés Ascencio, un hombre con mucha influencia y crecimiento en el ámbito político.
Los argumentos de Arráncame la vida novela se basan en el romanticismo y pone en relevancia la búsqueda de la igualdad de los derechos feministas, expone la dominación y la violencia de los hombres en contra de las mujeres, este tema está plasmado de manera sutil y subjetiva, se dice que es el elemento que marca el éxito de la novela.
Ángeles Mastretta, está considerada como una representante del feminismo y forma parte de las lideresas que buscan la equidad entre hombres y mujeres, representó la organización “Mujeres Antimachistas en la Ciudad de México”
El resumen del libro Arráncame la vida, se desarrolla en la ciudad de Puebla, donde reside Catalina Guzmán con su núcleo familiar, ella es una adolescente con menos de quince años de edad, de una condición social económicamente precaria, por su edad y falta de experiencia, es todavía cándida y crédula en el mundo donde ella se desenvuelve,
Catalina conoce a al General Andrés Ascencio, cerca del lugar donde se encuentran los simbólicos portales de Puebla, éste es un lugar de encuentro frecuente en la población. Andrés es un hombre bien parecido, de un poco más de treinta años de edad de edad, experimentado que tiene sus planes y objetivos de vida bien claros, sobre todo aquellos relacionados con sus aspiraciones políticas, tras el victoria de la revolución.
Catalina se enamora Andrés Ascencio y accede a contraer matrimonio con él. Ilusionada con el cambio que va a tener su vida, desde el punto de vida económico como de relaciones sociales, ciertamente estos cambios se dan, sobre todo por las relaciones políticas en las cuales se maneja su esposo, donde su círculo social es muy amplio.
Sin embargo Andrés como algo normal de la vida cotidiana imperante para la época, trata a Catalina de manera ofensiva, humillandola y menos preciándola de diferentes maneras, ella según la crianza recibida es sumisa ante esa situación, por la creencia que esa actitud agresiva de su esposo es normal y por la ilusoria comprensión del sentimiento de amor, debiendo ser feliz y agradecida por ser un objeto decorativo para su esposo, sin permitírsele opinar, en una vida rodeada de lujos.
Ella obedece sin miramientos a las órdenes de su esposo, realizando las labores propias del hogar. A lo largo de los años ella va aprendiendo, creciendo y fortaleciéndose como persona, al desempeñar diferentes responsabilidades como esposa, amante, madre, encubridora y viuda. El relato es narrado desde el punto de vista de Catalina, siempre espectadora de las actividades de su esposo.
Contexto histórico
El marco de la novela Arráncame la vida, se se sitúa en México, por el año de 1949, describe la situación política del país, mientras se consolida los poderes públicos producto de la victoria de revolución mexicana, en la misma se representa las figuras encargadas del fortalecimiento del Estado mexicano, como nación. El ambiente político está cambiando, los nuevos líderes y están reemplazando a los más antiguos con sus ideas retrogradas
Se vive el proceso en el cual la opinión de los representantes políticos masones y potentados de la Iglesia que se unen en una fortaleza de en contra de la población más vulnerable.
Los ritos y las tradiciones importantes para el pueblo por su valor en cultura ancestral, son utilizados únicamente como símbolo de estatus social, quitándole el peso de la importancia que tiene para la población común haciéndoles perder su identidad. Esta situación le hace reflexionar a Catalina y piensa que era preferible haber tenido un matrimonio con una persona de su misma condición social, porque el estar casada con una personalidad influyente que toma decisiones para enrumbar el país, pero que no escucha sus opiniones ni pensamientos, la hace sentir miserable.
La Constitución Mexicana de 1857 y las Leyes de la Reforma, publicadas en 1860, establece como prohibición directa la intervención femenina fuera de la «zona sagrada», es decir, el cuarto, la cocina, el aseo de la casa y el confesionario en las iglesias. Adicionalmente se le crea un patrón de magnificencia como la mujer casta, ingenua y dedicada a la vida del hogar. Este modelo es el ejemplo a seguir del comportamiento de una dama en la sociedad.
Se establece entonces que el hogar es el epicentro de la estabilidad de la familia, sí la mujer tiene como única responsabilidad su atención, caso contrario, si esta no se dedica a su hogar, provocará inestabilidad, disgusto y lo peor, la vergüenza hacia la familia y la falta de moral social. Los cambios políticos y sociales, que permitieron la salida de las mujeres de sus casas, aunque fueron un triunfo, trastornan la continuidad de la figura de la mujer en la sociedad.
En la obra literaria, Arráncame la vida, se hace énfasis entre las diferencias entre las acciones y actividades del rol femenino y el masculino.
La figura de los hombres queda establecida como el proveedor de los alimentos del hogar, los que deciden, los que pueden tomar licor y fumar en cualquier sitio, los que se les permite opinar sobre cualquier tema sobre todo los políticos, mientras que la mujer se visualizan en sus casas, atendiendo las labores de la limpieza, sentadas bordando, hablando de los los hijos, hablando de los acontecimientos de la sociedad, lejos del lugar donde no estén reunidos los hombres.
En Arráncame la vida , la correlación hombre-mujer, es equivalente a la relación hombre-ganado: Si el hombre cuenta con más ganadería, más reconocido y respetado será, por lo que un hombre que tenga mayor cantidad de hijos es un éxito para el orgullo de ese hombre.
Igualmente se presenta el orgullo de procrear hijos varones, se iguala al entusiasmo del ganadero cuando nace un ternero macho. La figura del hombre está asemejada al toro, son sementales, la mujer por el contrario, no se le da ningún tipo de enseñanza ni explicación, por lo que no se enteran de lo que acontece fuera del hogar.
Durante los primeros cincuenta años del XX, ocurren los primeros despertares de la revolución femenina, las mujeres comienzan reclamando sus derechos como ser humano y es cuando se crean las incipientes pero muy importantes conquistas feministas, empezaron a luchar por las reformas legales de sus derechos civiles, con esa lucha se ganó el derecho al voto en 1947, así como opinar públicamente sobre sus inquietudes particulares, sociales y políticas.
La narración de la autora, pone en relevancia y visibiliza, las duras y disminuidas realidades así como las restricciones de vida de la mujer, donde el hombre tiene un dominio total en la sociedad del México post-revolucionario, también señala los diferentes periodos históricos de la revolución mexicana que abarca desde los años 1910 hasta el 1917, la pugna entre los poderosos para quedarse con el poder político después del procesos revolucionario, en la década de los años veinte y treinta del siglo XX.
La narración se inicia cuando la protagonista de la obra Catalina, se coincide con Andrés Ascencio en el año 1929. Sus diferencias generacionales como de los ideales, que se ponen en relevancia durante toda la historia, esta trama, vienen dadas por las experiencias de vida que les ha tocado a cada uno.
Catalina nació en 1915 y Andrés en 1896: mientras ella por el año en que nación no tuvo ninguna experiencia de los eventos crueles de la revolución y estaba en su casa jugando, a él le tocó ser protagonista activo en los años veinte de la mencionada Revolución, este conocimiento de vida fue la base para la construcción de sus objetivos y repercutió en los ideales de Catalina, Andrés la consideraba incompetente por todo la experiencia que había ganado él en la vida.
En esos años de 1930, se estaba presentando en los Estados Unidos la debacle financiera conocida como la Gran Depresión, esta situación también afectó económicamente a México.
El presidente de México para 1930 era Pascual Ortiz Rubio, el cual duró solamente dos años ejerciendo la presidencia de la república. La situación de no completar totalmente su periodo fue provocada por una crisis llevada a cabo por Plutarco Elías Calles, quien no había entregado el poder completamente y tenía el respaldo de la fuerza militar en esa situación, adicionalmente Plutarco era el líder principal del Partido Nacional Republicano, direccionado por él, después del fallecimiento de Obregón.
En Puebla y sus alrededores, veían como una ofensa a su clase social, las acciones en contra del Presidente Pascual Ortiz Rubio y se prepararon para realizar acciones de calle, liderados por el anticlericalismo, la burguesía, los antiguos hacendados y gran parte del pueblo y como una traición a sus tradiciones ancestrales.
Esta historia real, es mencionada por la Catalina en la novela, igualmente señala haber proseguido sus estudios con dificultad un poco más allá de la primaria, por medio de una beca que le fue conferida por unas monjas salesianas, que educaban en un institución secreta y comenta: “Total, termine la escuela con una mediana caligrafía, algunos conocimientos de gramática, poquísimos de aritmética, ninguno de historia y varios manteles de punto de cruz”
La autora Ángeles Mastretta, en la novela Arráncame la vida, se esmera por indagar y exponer la historia no oficial de México, los aspectos políticos apreciados desde el punto de vista de la comunidad, sin formalidad. Pero en lo que Catalina y Ángeles concuerdan, es en plasmar una narrativa que no incluya los pensamientos e ideas establecidas por los parámetros masculinos, tratan de experimentar con otro estilo de narrativa en la que se ponga de relieve la belleza y la verdad en el lenguaje escrito.
Sistema de personajes
Arráncame la vida libro, es una obra donde los personajes presentan una transformación y desarrollo constante. La protagonista Catalina Guzmán, está sumergida en una suma de elementos que la despiertan y la hacen ver la realidad desde su punto de vista, lo que se desprende en las diferentes declaraciones que ella señala en la historia de su vida y que intervienen en su crecimiento de niña a mujer.
A continuación se realizar una reseña los personajes que aparecen dentro de la obra y algunas citas que reflejan la personalidad y temperamento de Catalina Guzmán en relación al personaje que se está analizando:
Catalina Guzmán: Al inicio de la obra es una adolescente juguetona y curiosa, en la misma se puede apreciar su crecimiento personal producto de la experiencias de la vida, en relación con los sentimientos de valentía, discreción y astucia para indagar sobre las actividades que realiza su esposo y descubrir su realidad y de esta forma terminar con las ilusorias ideas del hogar feliz y del amor entre la pareja para no dar de qué hablar ante la sociedad, esto la impulsa a buscar el camino y los medios para alcanzar la felicidad anhelada en una sociedad donde impera el machismo.
Comentario de Catalana refiriéndose a su vida:
«Y de veras me atrapó un sapo. Tenía quince años y muchas ganas de que me pasaran cosas. Por eso acepté, cuando Andrés me propuso que fuera con él unos días a Tecolutla.»
«Entonces me propuse aprender. Por lo pronto me dediqué a estar flojita, tanto que a veces parecía lela. Andrés hablaba y hablaba mientras caminábamos por la playa; yo columpiaba los brazos, abría la boca como si se me cayera la mandíbula, metía y sacaba la barriga, apretaba y aflojaba las nalgas”
Marcos Guzmán: Es el padre de Catalina e influenció el carácter de su hija, en la apreciación que tiene ella sobre su entorno, incluyendo las fantasías que tiene ella con los hombre. Don Marcos la complace, mima y consiente mucho a su hija, para la época eso no era tan común. Los lazos de afecto hacia su hija son tan fuertes y se tienen tanta confianza, que él se considera su confidente.
Comentario de Catalana refiriéndose a su padre:
«Después me sentaba a oírlos y a dar opiniones con toda la contundencia que me facilitaban la cercanía de mi padre y mi absoluta ignorancia… Entonces mi papá hacía bromas sobre mis ojeras y yo me ponía a darle besos…»
«Me gustaba besar a mi papá y sentir que tenía ocho años, un agujero en el calcetín, zapatos rojos y un moño en cada trenza los domingos. Me gustaba pensar que era domingo y que aún era posible subirse en el burro que ese día no cargaba leche, caminar hasta el campo sembrado de alfalfa para quedar bien escondida y desde ahí gritar: «A que no me encuentras, papá.» Oír sus pasos cerca y su voz: «¿Dónde estará esta niña? ¿Dónde estará esta niña?», hasta fingir que se tropezaba conmigo, aquí está la niña, y tirarse cerca de mí, abrazarme las piernas y reírse.»
General Andrés Ascencio: Representa el personaje de militar, político, esposo machista, en una relación donde impera la violencia, la hostilidad y la agresividad hacia Catalina, él representa el sentimiento de ilusión, de fantasía y el romanticismo en la cual ella soñaba siendo niña y es el primer hombre con el cual se relaciona Catalina sentimentalmente.
En la obra Arráncame la vida, se le representa con las características de un personaje muy masculino de cabellera negra abundante, con una mirada penetrante, su porte es tan seguro, con una apariencia categórico y varonil, Catalina se sintió impactada y afirma que ese primer encuentro le causó inquietud y resquemor, sin embargo le atrae la masculinidad y el deseo que despertó a ella en ese momento.
Las ofensa y humillaciones ejecutadas por Andrés hacia Catalina, siempre fueron psicológicas nunca hubo un maltrato físico, este carácter fue altamente influenciado por la formación social en la él se desarrolla, él es el ejemplo característico del macho mexicano, criado solo por su madre, quien de manera inapropiada enfatiza sus cualidades fortaleciendo el ego de manera superlativa e irracional, por lo que se cree con el derecho de sentirse superior, creando al típico hombre machista, acostumbrado por naturaleza a minimiza a su mujer, con la concepción de que las mujeres no sirven para nada.
Es justamente esa idea de la que la mujer no vale nada, lo que estimula e inspira a Catalina, a demostrarle el valor que tiene ella como persona y lo ingeniosa, astuta y hábil que puede ser.
Comentario de Catalana refiriéndose a Andrés Ascanio:
«Dijo su nombre y se sentó a conversar entre nosotros. Me gustó. Tenía las manos grandes y unos labios que apretados daban miedo y confianza. Como si tuviera dos bocas. El pelo después de un rato de hablar se le alborotaba y le caía sobre la frente con la misma insistencia con que él lo empujaba hacia atrás, en un hábito de toda la vida. No era lo que se dice un hombre guapo. Tenía los ojos demasiado chicos y la nariz demasiado grande, pero yo nunca había visto unos ojos tan vivos y no conocía a nadie con su expresión de certidumbre.»
«Andrés les contaba historias en las que siempre resultaba triunfante. No hubo batalla que él no ganara, ni muerto que no matara por haber traicionado a la Revolución o al Jefe Máximo o a quien se ofreciera.»
«Nos empezaron a llegar rumores: Andrés Ascencio tenía muchas mujeres, una en Zacatlán y otra en Cholula, una en el barrio de La Luz y otras en México. Engañaba a las jovencitas, era un criminal, estaba loco, nos íbamos a arrepentir.»
La gitana: Este personaje tiene poca intervención en el libro, sin embargo su presencia es vital en la narrativa, porque a través de su intervención es que ocurre el despertar de Catalina como mujer, le explica detalladamente como es el funcionamiento de su cuerpo y como estimular la sensualidad, el erotismo y los sentimientos que se derivan de él.
Comentario de Catalana refiriéndose a la conversación que sostuvo con la Gitana:
«Una tarde fui a ver a la gitana que vivía por el barrio de La Luz y tenía fama de experta en amores. —Aquí tenemos una cosita —dijo metiéndose la mano entre las piernas. Con ésa se siente. Se llama el timbre y ha de tener otros nombres. Cuando estés con alguien, piensa que en ese lugar queda el centro de tu cuerpo, que de ahí vienen todas las cosas buenas, piensa que con eso piensas, oyes y miras; olvídate de que tienes cabeza y brazos, ponte toda ahí. Vas a ver si no sientes.»
Pablo: es el primer hombre con el Catalina tiene una infidelidad, con él ella pierde el miedo a estar con otro hombre que no sea su marido, con el siente por primera vez el placer sexual provocado entre un hombre y una mujer.
Carlos Vives: Él es el hombre que realmente despertó el sentimiento del amor y pasión en Catalina, es un personaje con las particulares totalmente opuestas a su esposo Andrés. Carlos Vives, se desenvuelve en las esfera del arte musical, es el director de la sinfónica, de aquí se encuentra una de las afinidades de ambos, ya que Catalina también le apasiona la música,
Carlos está inclinado por los ideales de los Revolucionarios y es opositor a la filosofía del Partido Conservador del General Andrés Ascencio, también es un hombre muy sincero, ya que le dice a Catalina sin disimulos que ella también es cómplice de su marido, esa sinceridad le causa atracción.
Carlos es un caballero cariñoso, detallista y alegre, estas características para ella era una experiencia nueva, ya que su marido Andrés carecía de todas ellas.
Comentario de Catalana refiriéndose a la relación que lleva con Carlos:
«Porque de todo lo que tuve y quise lo único que hubiera querido era a Carlos Vives a media tarde. Me volví infiel mucho antes de tocar a Carlos Vives. No tenía lugar para nada que no fuera él. Nunca quise así a Andrés, nunca pasé las horas tratando de recordar el exacto tamaño de sus manos ni deseando con todo el cuerpo siquiera verlo aparecer. Me daba vergüenza estar así por un hombre, ser tan infeliz y volverme dichosa sin que dependiera para nada de mí.»
Críticas a la obra
Muchas han sido las opiniones de los críticos en la materia, aquí vamos a señalar algunas de ellas:
Alicia Llarena comenta que Arráncame la vida, describe los tema desde los aspectos macro hasta lo más íntimo de la historia del personaje principal de la obra, afirma que la misma se ubica en la era del postmodernismo, por incluir en la narrativa las historias de los acontecimientos de la Revolución mexicana, por los argumentos en materia del feminismo en que se desenvuelve la trama; y que por cierto es muy común en la narrativa contemporánea de otros autores.
En relación a la temática planteada en Arráncame la vida, Alicia comenta que es un tema común en los argumentos planteados también en otros textos de la autora, donde pone las evidencias y las pruebas por medio de las cuales Ángeles realiza los cuestionamientos y las manifestaciones relacionadas con las filosofías patriarcales.
Partiendo del tema del patriarcado como dato común en sus obras, se pone otra vez de manifiesto la emancipación social, desde la experimentación de la protagonista en cada elemento que involucra su vida, haciendo énfasis en catalogar el rasgo del feminismo de la protagonista como postmoderno y esta opinión está basada en que ella está en la constante búsqueda de la libertada de sus acciones y sentimientos.
Siempre está con la disyuntiva entre la dominación y la ingenuidad, estas argumentaciones pone en relevancia el equilibrio, lo que se traduce en la emancipación de su emociones, sin prejuicios hacia la sociedad.
Kristen Miura Woiwode: opina sobre la inclusión del uso del Bildungsroman, donde se pone en evidencia el desarrollo, el progreso y el aprendizaje de Catalina dentro de la historia de Arráncame la vida, así como la eliminación de la percepción de la mujer en donde se pone en relevancia los atributos de las mujeres de manera general colocando características y cualidades, siendo éste el común en la literatura mexicana.
En este sentido expresa, que las obras literarias de Mastretta, está en el género de novela de aprendizaje, la autora realiza una introducción presentado a la novela y a ella misma como autora, narra de forma general, los temas que se tratarán en la obra, colocando el acento, que él mismo, es un escrito de aprendizaje, comenta que la novela se pone de relieve a la mujer y que el rol principal le corresponde a ésta.
En tiempos pasados la mayoría de los escritores eran los representante del género masculino y por lo tanto las mujeres se ajustaban al modo de escribir de los hombres. Mastretta como representante de las mujeres, y teniendo en cuenta que su protagonista es una mujer, hace una descripción detallada de los elementos relacionados con ella, entre los que se pueden mencionar: la intimidad, el alma, la conciencia y la profundidad de la mujer.
En el artículo de Kristen Miura Woiwode, se señalan los argumentos o declaraciones que ha suministrado la misma Mastretta, en relación a su novela; entre los que se pueden destacar la afirmación de Erna Pfeiffer al opinar que Ángeles Mastretta, ratifica la utilización del Bildungsroman y lo distingue del masculino a través de nueve temáticas:
- La autoestima
- El rol sensual
- El aprendizaje sobre todo lo relacionado con la lectura y la escritura.
- Las emociones
- Los paradigmas religiosos
- Las profesiones u oficios
- El proceder ante el matrimonio
- Problemas existenciales
- Nociones autobiográficos
Kristen Miura Woiwode opina que Mastretta, elimina los clichés sobre la virgen de Guadalupe o de la Malinche, dando otras características a sus protagonistas. Miura concluye que en la novela se concretan dos aspectos importantes la primera está relacionada con Ángeles, quien utiliza el Bildungsroman para eliminar el estereotipo de la representativa mujer mexicana y como segundo término, expone que la protagonista Catalina, puede representar el país y a sus habitantes, ya que manifiesta la obediencia de los mexicanos ante los esperanzadores modelos políticos.
Por último tenemos la opinión de Saïd Sabia, «Arráncame la vida, de Ángeles Mastretta: La historia desde la trastienda», pone de relevancia a la singularidad, en la óptica y la en la visión y la palabra de la representante mujer mexicana, quien ha tenido la característica de haber aguantado callada y en obediencia para desobedecer en la trastienda, como lo comenta Mastretta.
Esta novela tiene preferencia en la análisis y la apreciación del mundo feminista y esto se da por dos razones principales: la primera, está relacionada a que su autora, una representante de peso en el mundo feminista en México, y la segunda, por el desarrollo del personaje de Catalina protagonista de la novela, escrita como una mujer del día a día de México.
El valor agregado que le imprimió su autora, poniendo en contexto la realidad mexicana, desde el punto de vista femenino, así como la recopilación de la información histórica que pone en relieve la situación real de Revolución mexicana, la ha convertido en un éxito literario.
Crítica a la crítica
En relación a las críticas que se le han realizado a la novela, y la aseveración realiza en el argumento de la introducción sobre el tema del feminismo o del machismo, se puede establecer que la novela Arráncame la vida de Ángeles Mastretta, más que el punto de vista del machismo o feminismo, lo que se observa es una tensión entre ambos géneros, pudiéndose entonces hablar de “Femichismo”, el cual es explicado por Mireya Cruz y María Jesús Ortiz.
El machismo viene sustentado en muchas ocasiones en el seno de la familia afianzado en algunas oportunidades por la misma mujer en la crianza de un niño, lo que se traduce en un fenómeno socio – cultural, en un régimen jerárquico discriminatorio que le da más peso a un género en particular, incluso es defendido en la comprensión tanto de los hombres como de las mujeres.
El machismo se presenta, a través de la violencia física o psicológica, tanto a la mujer como a cualquier de un miembro del núcleo familiar, con la finalidad de mantener el poder de la superioridad.
Esta costumbre está respaldada o apoyada en múltiples aspectos humanos de complejidad social y de doctrinas poco vinculadas.
Algunas organizaciones pro feministas, en vez de propiciar la equidad entre los hombres y las mujeres, a través de la educación coherente, parecen que se satisfacen sólo con el hecho de cambiar el género dominante en la jerarquía o los interés sociales.
Las llamadas femichistas, son aquellas luchadoras, quienes desde un machismo oculto o disimulado, discuten a la ligera que la equidad de género es una lucha que ya la tienen ganada, sin embargo las investigaciones sobre la materia demuestran que se está muy lejos de haber ganado esa batalla.
Se asevera que este tipo de luchadoras solo procuran cambiar la situación de privilegios pasando de sometidas a dominadoras y discriminar a los hombres.
Mireya Cruz y María Jesús Ortiz recurren al término de femichistas, ya que la protagonista de la novela, según ellas es una mujer aprovechada que se le dificulta tomar una posición honesta frente a lo que le está pasando.
Frecuentemente se cuestiona escoger entre sus antojos y pretensiones o en cumplir su papel como esposa fiel y obediente; porque sabe que al lado de su esposo puede seguir manteniendo una vida de ostentación, bienestar y prosperidad que tanto le gusta, y el caso contrario sigue sus sueños de emancipación e independencia, perderá su estatus y comodidad. El personaje de Catalina, astutamente aprendió a ser obediente a su conveniencia e intereses y se conforma en saciar sus deseos básicos a encubiertas del que dirán en una sociedad machista.
Arráncame la vida Película
La producción cinematográfica Arranque la vida fue llevada a la pantalla grande en México, por el Director Roberto Sneider y estrenada en el 2008, la cual está fundamentada en la novela de su mismo nombre de la autora Ángeles Mastretta.
Como un acto de comercialización mediática, en los días anteriores al estreno de la película Arráncame la vida, un diario en su versión vía internet, anunció una aviso que informaba los gastos incurridos en la producción, así como algunos comentarios de la escritora Ángeles Mastretta, del director Roberto Sneider y otros productores de la compañía cinematográfica 20th Century Fox.
El llamado contenía datos y cifras sobre la producción, así como algunas opiniones de la escritora Ángeles Mastretta, el director Roberto Sneider y algunos productores de la 20th Century Fox. Se invitaba a los lectores del diario, a opinar mediante un foro sobre los arreglos y la adaptación al cine de la exitosa novela.
La nota fue publicada en tono de seriedad para que los lectores se dieran por enterado de la iniciativa de la escritora y los productores de la película , sin embargo las opiniones de quienes aún no habían visto la película eran descabelladas (no había sido estrenada).
Entre las ellas se encontraban los siguientes comentarios: Que el dinero invertido en la producción, iba directo a la basura, si no ganaba un premio; por que no se realizó la producción con jóvenes creativos; que desgraciadamente los diferentes sectores de la población asistirían a ver la película; otros escribían que los que irían a ver la película eran unos incultos, solo la verían por verla sin cuestionar su contenido.
Por las opiniones positivas o negativas que se dieron en todos los ámbitos y sectores de la sociedad, el estreno cinematográfico de Arráncame la vida, fue la más deseada en ese año, influía en esa necesidad y ansiedad de verla, la maquinaria del mercadeo y la inversión en una superproducción ya que el costo de sesenta y cinco millones de pesos la convertían en la más costosa del cine mexicano hasta la presente fecha.
A la inversión antes indicada hay que agregarle la un millón de dólares que 20th Century Fox, que colocaría por concepto de su difusión y la proyección con quinientas reproducciones el mismo día de su estreno, estas reproducciones también se calificó como marca en comercialización nacional.
Otro de los motivos que despertó el interés de ver la película, aunque se considera de reducida utilidad mediática, era que la megaproducción había sido adjudicada a un director que había realizado una sola producción cinematográfica hace quince años previos, y el último de los motivos, es que tema de la producción se fundamentaba en una obra literaria exitosa y por supuesto no se podía libraría de los comentarios de comparación.
Esa película era un lanzamiento anhelado, teniendo en cuenta que en México los proyectos frecuentemente no llegan a término, se esperan proyectos de mala calidad e inclusive que sean un gran fracaso. Algunos sectores de la comunidad sienten que todos los objetivos llevan al puerto de la incapacidad. Este sentimiento direccionado hacia lo negativo, hacia las guerras perdidas.
Esta especie de simpatía por los elementos del fracaso hacen que todos los esfuerzo sea un semejante a lo absurdo o al despilfarro tomando en cuenta las necesidades la sociedad como por ejemplo en el sector de la salud. Y como lo escribían los encuestados por la prensa, apuestan en sus deseos y energías en que las cosas no sucedan, o si se da, este mal elaborado.
Contra todo pronóstico la versión mexicana de la producción cinematográfica Arráncame la vida, dirigida por Roberto Sneider, fue un éxito y solapo todas las expectativas de fracaso. La calidad de la producción, cumple y sobrepasa los requerimientos esperados, se adapta a los argumentos de la época, haciéndolos creíbles, sin minimizar la situación del drama sentimental de los personajes.
Si bien la obra literaria de Ángeles Mastretta, hace un retrato de la situación política del México de la época de post revolución mexicana correspondiente a la tercera década del siglo XX, es por la trama expuesta en la película a través de los personajes de Andrés Ascencio, a su esposa Catalina Guzmán y a su amante Carlos Vives, que los aspectos relacionados con el despotismo, la corrupción y el afán de permanecer perennemente en los cargos del partido oficial dejan de ser distracciones en los argumentos.
De haberle quitado fuerza a la trama del triángulo o infidelidad amorosa para poner en relevancia el panorama histórico/político, como habían sugerido los críticos especialista en la materia, en hacer un análisis más profundo sobre la situación política de la época seguramente hubiera sido objeto de fuertes críticas panfletarias por parte del ciudadano común, considerando la capacidad que tiene el público en hacer comparaciones entre el pasado y el presente de México.
Otro tema considerado fue el presupuesto de inversión el cual fue motivo de molestia, sesenta y cinco millones de pesos, los mismos medio alcanza para la compra de pelucas estereotipadas de época, muebles con el esplendor requerido y aterciopelados, que es lo que se utiliza en lo que se denomina Teatro Fantástico, que llegó a ser la caracterización de los escenarios del pasado, donde a opinión de muchos, establece que mientras más simulado y artificial sea es mejor.
Si ése presupuesto fue considerado colosal, lo fue sólo en lo que se refiere en el contenido de lo que se utiliza en los largometrajes se estiman en un promedio de veinte millones de pesos. Para el año de 2007 el gasto aproximado de producción de una cinta hollywoodense, estuvo por los alrededores de ciento seis millones de dólares. Seguramente el costos de seis millones de dólares invertidos en la película Arráncame la vida, también ocasionaría molestias.
Y se hacen la siguiente pregunta: ¿No será irracional comparar la maquinaria cinematográficas de Estados Unidos y México, Lo hubiese sido, si la escenografía de la Capital de México y la Ciudad de la década de los treinta y cuarenta, alcanzada en Arráncame la vida, hubiese sido de baja categoría donde la imagen reflejada era es de poco valor o calidad.
Pero ocurrió todo lo contrario, la producción del mexicano Salvador Parra, no sólo fue perfecta, fue catalogada como una producción del “primer mundo”, evitó que la exageración de los grandes escenarios le robara el protagonismo a las escenas propiamente dicha.
En relación con la fotografía a cargo del español Javier Aguirresarobe, le impregnó un valor agregado a la narración visual, aspecto importante en el relato de la novela.
Otro de los elementos considerados como conflicto o fracaso de la producción cinematográfica, fue la elección el director, su correlación con la armonía de la novela Arráncame la vida. Se preguntan entonces, ¿Eran buenas las iniciativas, sería mejor por separado o en combinación?
La respuesta es sí para las dos inquietudes, la primera producción cinematográfica de Roberto Sneider, denominada Dos crímenes, terminó con los fabulas que señalan que “los buenos libros no hacen buenas películas y que los directores no saben hacer buenas adaptaciones de los buenos libros, y que los guionistas no saben dirigir”.
Y con las expresiones antes expuestas, que más que habladurías, se pensaba como una condenación, y este es el ejemplo más palpable cuando fue llevada al cine la adaptación la jovialidad del escritor Jorge Ibargüengoitia, ese mito quedo derrotado.
La obra literaria Arráncame la vida, tiene la fortaleza tener una relato coherente por medio de conversaciones sencillas y sin rebuscamientos. La narrativa fue efectuada en primera persona a través de la voz de la inocente Catalina Guzmán, que para no evidenciar el rol feminista de la autora, fue necesario realizar un análisis de todo su discurso, tomando en consideración el origen y el contexto histórico de la narrativa, en definitiva la novela de Mastretta cumplía con todas las características para ser adaptado al cine.
En el libro Arráncame la vida, la historia está fundamentada en la vida y abundancias de Maximino Ávila Camacho, el protagonista Andrés Ascencio sugiere una presencia de un robusto, homicida y corrompido, que repudia a aquellos que actúan con buen gusto y presunción.
Daniel Giménez Cacho, es un actor que se destaca por matices delicados y se caracteriza en personajes de profundidad psicológica, éste actor en la teoría no debió encajar para el papel de Ascencio, sin embargo el buen trabajo de selección en el casting, se hizo evidente en la calidad del actor, ya que su personaje y su interpretación está catalogada como excelente.
El caso de la actriz, Ana Claudia Talancón la cual representa a Catalina propiedades físicas y actorales muy poderosas. Es bien sabido que el cine se favorece de los rostros que emiten ciertas señales, éste es el caso de Talancón, sus señales corporales es una mezcla de ingenuidad y picardía, dándole énfasis por su actuación de pueblerina que le saca fiesta al cura del pueblo, en El crimen del Padre Amaro.
Talancón está considerada una actriz con unos atributos hermosos, sin embargo el papel de Catalina fue perfecto para ella, ya que sin tener la experiencia dramática de Giménez Cacho, le otorga al personaje el carácter necesario para enfrentarse al personaje de Andrés Ascencio.
También se podría hacer una reseña, sobre qué faltó o le que estuvo de más, por ejemplo se debió incluir la escena en la que Ascencio obliga a Catalina, delante de Carlos Vives, a cancelar la compra en el Sanborns de los Azulejos. O bien, sobró la escena en la que Catalina anuncia en un altavoz el presente de Andrés. Otra escena que no se debió incluir, fue a la hermana de Catalina, interpretada por Irene Azuela, tan excelente actriz y su aparición en la película fue casi nula, lo mismo sucedió en la novela.
Reparto
El reparto de la producción cinematográfica Arráncame la vida son los siguientes:
Papeles principales:
- Ana Claudia Talancón: es Catalina Guzmán de Ascencio.
- Daniel Giménez Cacho: es el general Andrés Ascencio.
- José María de Tavira: es Carlos Vives.
En los papeles secundarios se encuentran:
- Irene Azuela: como Bárbara
- Delia Casanova: como Julia
- Julio Bracho: como Cienfuegos
- Joaquín Cosío: como Juan
- Ana Ofelia Murguía: como Clarita
- Eugenia León: como Toña la Negra
- Gina Morett: como La Güera
- Camila Sodi: como Lilia Ascencio
- Isela Vega: como «La gitana»
- Mariana Peñalva: como Mercedes
- Álex Perea: como Pablo
- Humberto Vélez: tiene un cameo como doctor
- Danna Paola: como Lilia Ascencio a los 12 años
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