La pandemia del COVID-19 ha cambiado el curso de la economía a nivel mundial, especialmente en Estados Unidos. Según el último informe del Banco Mundial, se prevé que Estados Unidos sufra la recesión más profunda de los últimos 70 años, con una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) del 5,9% en 2020.
Una de las primeras áreas afectadas del país con el comienzo de la pandemia fue el empleo. De acuerdo con el Departamento de Trabajo, hasta noviembre de 2020, se han perdido alrededor de 10 millones de puestos de trabajo desde febrero de 2020. Esto ha provocado un importante aumento del desempleo a nivel nacional y el índice de desempleo en Estados Unidos se ha situado por encima del 6%.
Además, el mercado laboral no sólo se ve afectado por el desempleo sino también porque los salarios se estancan. Las cifras oficiales indican que el salario medio de Estados Unidos se redujo en un 2,7% durante el primer trimestre del 2020 respecto al mismo periodo del año anterior. Esta disminución no se explica sólo por la reducción de los salarios, sino también por el descenso de los horarios laborales.
Otro sector en el que se observa un importante impacto es el sector inmobiliario. La demanda de viviendas ha caído en picado al mismo tiempo que los precios de las casas han disminuido. De hecho, a mediados de 2020 los precios de la vivienda se habían reducido un 9,6% respecto al año 2019, según datos de la Oficina Federal de Estadísticas. Esto se debe a la incapacidad de los compradores de hacer frente a los pagos de hipotecas o simplemente a la falta de disponibilidad de capital.
En cuanto al comercio, el confinamiento y las restricciones impuestas por las autoridades han supuesto una afectación directa en el comercio minorista. Los locales comerciales, restaurantes, bares y diversos establecimientos se han visto obligados a cerrar temporalmente y en algunos casos de forma definitiva. Según datos del Instituto de Comercio Minorista, el consumo minorista cayó un 11,1% durante el primer trimestre del 2020 respecto al mismo periodo del año anterior.
En este contexto, los sectores industriales también se ven afectados por la desaceleración de la actividad económica. En este sentido, la producción industrial de Estados Unidos disminuyó un 2,7% desde marzo hasta mayo de 2020, lo que representa el mayor descenso desde la crisis financiera de 2008. Además, el precio de los productos fabricados ha caído un 1,3% en el mismo periodo.
El sector turístico también ha resultado afectado por la pandemia. Como consecuencia de la cancelación de vuelos y limitaciones a los viajes, muchas aerolíneas, hoteles y agencias de viaje han declarado su quiebra. Esto se traduce en pérdidas de empleo y menor entrada de divisas para la economía estadounidense.
Los gobiernos de Estados Unidos ya han anunciado diversas políticas económicas para afrontar los efectos de la pandemia. Estas medidas se centran principalmente en estimular el consumo interno y el mercado laboral, así como en evitar un aumento del endeudamiento privado. Por ejemplo, se han destinado miles de millones de dólares para la financiación de ayudas directas y bonos de emergencia para la población en situación de vulnerabilidad.
No obstante, el inicio de la vacuna contra el COVID-19 ha supuesto una esperanza de reactivación de la economía americana. Aunque el restablecimiento puede tardar varios meses, se espera que la economía americana vuelva a la normalidad a largo plazo. Se estima que al finalizar el 2022 el PIB se situará en niveles previos a la pandemia.
En conclusión, la pandemia del COVID-19 ha provocado un dramático descenso del PIB americano, el paro y la disminución de los salarios. Aunque los daños económicos han sido significativos, las medidas tomadas por el gobierno podrían ayudar a reducir algunos de los efectos. Además, la llegada de la vacuna supone una esperanza para la economía americana, que seguramente volverá a la normalidad en un futuro cercano.
Algunos puntos importantes…
1. La pandemia de Covid-19 ha provocado un desplome en la economía de Estados Unidos. Durante la primera mitad de 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 9,5%.
2. La pobreza experimentará un aumento significativo. La tasa de desempleo de EE. UU. Alcanzó el 13,3% en mayo de 2020, lo que significa un millón y medio de personas más desempleadas desde febrero.
3. La recesión ha afectado el planeta completamente, ha causado una disminución generalizada de los niveles de consumo, lo que afectó negativamente al sector de los servicios como el turismo, el entretenimiento y los bienes inmuebles.
4. El transporte comercial ha sufrido una reducción general debido a las restricciones establecidas por la pandemia. También se han visto afectadas negativamente muchas empresas comerciales llevando a importantes cierres.
5. El gobierno federal ha tenido que desembolsar miles de millones de dólares para ayudar a las economías afectadas, fundamentalmente para financiar salarios de los trabajadores despedidos y prestamos para las pequeñas empresas.
6. Las bolsas de valores y los mercados financieros están inestables. Muchos inversores han sido forzados a reducir sus inversiones hasta que la incertidumbre del mercado se estabilice.
7. Se espera que la recuperación lleve tiempo. Estados Unidos no volverá a los niveles de prosperidad de antes de la pandemia hasta 2024 o 2025.
¿Sabias esto?
1. Durante el 2020, el PIB de Estados Unidos redujo un 4,3%, siendo esta la mayor disminución desde la Gran Depresión de 1929.
2. El mercado laboral se vio afectado significativamente con la destrucción de 22 millones de empleos durante los primeros meses de la pandemia.
3. La tasa de desempleo se elevó hasta el 14,8%, encontrándose en el momento actual en el 6,4%.
4. Se espera que el PIB crezca un 5,3% durante 2021, y la tasa de desempleo disminuya hasta el 5.5%.
5. Durante 2021, el gasto del Gobierno ha aumentado considerablemente, proporcionando apoyo financiero para mantener la economía a flote.
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¿Qué hacer en caso de una recesión económica?
En caso de una recesión económica, es importante que los gobiernos, las empresas y los consumidores trabajen juntos para salir de la situación. Los gobiernos deben implementar políticas fiscales expansivas, como reducciones en los impuestos o aumentos en los gastos públicos, para estimular la economía. Por su parte, las empresas deben mantener los salarios y los niveles de producción, al mismo tiempo que procuran nuevas oportunidades de negocios internacionales para compensar la contracción económica. Por último, los consumidores deben ahorrar en lugar de gastar para impulsar el mercado. Esto evitará que se agrave la recesión y contribuirá a estabilizar la economía. En última instancia, una recesión puede ser prevenida o superada si todos trabajan juntos para promover el crecimiento económico.
¿Qué se espera de la inflación en Estados Unidos?
En Estados Unidos, se espera que la inflación no supere el 2% anualmente. Esto se debe a que si los precios de los bienes y servicios suben demasiado rápido, impactaría el nivel de vida de los ciudadanos debido al incremento en costos para adquirir los productos. La inflación existe cuando hay un incremento en la cantidad de dinero circulante y los precios de los bienes, lo que genera una desvalorización en la moneda, afectando directamente el poder adquisitivo de la población.
Es por esta razón que el Banco Central de Estados Unidos adopta diversas medidas para mantener el índice de inflación en un nivel estable. Estas acciones incluyen ajustes en las tasas de interés, reducciones en el gasto público, entre otras. Esto para evitar que el valor de la moneda caiga en picada como resultado de un aumento excesivo en los precios de los bienes. En definitiva, el objetivo del gobierno es lograr que los salarios del público aumenten al mismo ritmo que los precios.
¿Qué pasará con la economía de Estados Unidos?
La economía de Estados Unidos podría experimentar un futuro prometedor si se toman medidas adecuadas. Por un lado, el país cuenta con una infraestructura y una base tecnológica avanzada, lo que lo sitúa en una posición envidiable para responder a los cambios de la economía mundial. Por otro lado, existen una serie de factores internos como un alto nivel de consumo y una tasa creciente de inversión extranjera directa (IED) que pueden contribuir a mejorar la situación económica del país. Sin embargo, la incertidumbre económica global, el elevado déficit presupuestario de Estados Unidos y la carga de la deuda pública son desafíos a los que el país debe hacer frente.
En estas circunstancias, la clave para un crecimiento económico sostenible será una política fiscal responsable. Se necesitan medidas que ayuden a reducir el déficit presupuestario, aumentar la inversión en infraestructura y educación, y promover la innovación y la productividad para acelerar el crecimiento de la economía. Es importante desarrollar una estrategia de crecimiento a largo plazo para asegurar que la economía de Estados Unidos siga siendo fuerte en el futuro.
¿Cómo afectó la pandemia a la economía de Estados Unidos?
La COVID-19 ha tenido un gran impacto en la economía de Estados Unidos, afectando casi todos los sectores de la sociedad. La pandemia ha provocado una disminución significativa en el nivel de actividad económica, con algunas empresas cerrando o reduciendo sus operaciones a niveles históricamente bajos. El desempleo se disparó como resultado, con muchos estadounidenses sin trabajo y sin saber qué hacer. Las recesiones de la industria, el comercio minorista, el turismo y la educación afectaron directamente los ingresos del Gobierno.
En respuesta al brote, el Congreso aprobó dos paquetes de ayuda de emergencia de dos billones de dólares para ayudar a las familias de clase media, los trabajadores desempleados y las pequeñas empresas. Estas medidas han logrado brindar algo de estabilidad a las familias estadounidenses, ayudando a impulsar la economía durante los últimos meses. A pesar de esto, la economía sigue siendo inestable debido a la incertidumbre sobre cuándo se recuperará la economía y cómo se hará.
Preguntas Relacionadas
¿Cómo ha afectado la pandemia a la economía de Estados Unidos?
La pandemia de Covid-19 ha causado una gran crisis económica en Estados Unidos. El país experimentó un rápido descenso del PIB con una profundización de la recesión. Los cierres de negocios y limitaciones al transporte provocaron una caída significativa en los ingresos, lo que aumentó el desempleo y los problemas financieros para muchas familias.
Las restricciones gubernamentales como el cierre de escuelas, restaurantes y otras industrias han provocado una disminución de la fuerza laboral, y las empresas también han sufrido enormes pérdidas. Por otro lado, el gasto del gobierno intentó financiar la economía, pero no fue suficiente para evitar grandes consecuencias.
Por otra parte, esta pandemia también ha provocado un aumento de los precios de los alimentos y de los bienes de primera necesidad, ya que afrontar el aumento de los costos de la producción se ha convertido en un desafío en este contexto. La inversión extranjera se ha visto afectada por una menor demanda de los productos estadounidenses en el mercado internacional.
Resumiendo, las repercusiones de la pandemia sobre la economía de Estados Unidos han sido enormes. La disminución de los ingresos, los costes de producción, la reducción de la fuerza laboral, la disminución de la inversión extranjera y el aumento de los precios han contribuido a la crisis económica. Se espera que este periodo sea difícil para Estados Unidos, pero que también se verán avances hacia la recuperación económica.
¿Cuáles han sido los efectos más graves de la pandemia en los negocios y empleos en Estados Unidos?
La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en los negocios y empleos en Estados Unidos. Muchos negocios se han visto obligados a cerrar temporal o permanentemente debido a las restricciones gubernamentales impuestas para frenar la propagación del virus. Esto ha provocado que miles de trabajadores hayan perdido sus empleos, una situación que afecta especialmente a aquellos que se encuentran en los sectores más afectados, como el turismo, los eventos, el entretenimiento, la restauración y el transporte.
Por otra parte, la crisis ha reducido considerablemente el consumo de los hogares estadounidenses, lo que ha provocado una caída en los ingresos de muchas empresas, con un grave impacto en sus resultados financieros. Esto ha llevado a muchos negocios a tomar medidas como la reducción de plantilla, la reducción de salarios o el recorte de beneficios, con el fin de ajustar sus gastos.
Por último, el aumento de la incertidumbre, la falta de visibilidad a corto plazo y el cambio de prioridades de los consumidores en estos tiempos de crisis han forzado a muchos negocios a adaptarse rápidamente para poder ofrecer productos y servicios innovadores que se ajusten a las necesidades cambiantes de la sociedad.
En resumen, los efectos más graves de la pandemia en los negocios y empleos en Estados Unidos son: la pérdida de empleo, la caída de ingresos, la reducción de plantilla, la reducción de salarios y beneficios, y la necesidad de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado.
¿Qué medidas se están tomando para mitigar el impacto económico de la pandemia en Estados Unidos?
Los Estados Unidos están tomando pasos significativos para mitigar el impacto económico de la pandemia. El gobierno ha desplegado diferentes medidas fiscal y monetaria para ayudar a estabilizar y reactivar la economía. Entre estas medidas, destacan:
Apoyo en Efectivo: El gobierno ha implementado dos programas de pagos directos a los contribuyentes. El primero de ellos fue un pago único, llamado «pago de estímulo», con un monto de hasta $1200 para adultos y $500 para cada hijo menor de edad. Esto fue seguido por un programa de ayuda mensual, con pagos aproximados de $300 por mes, así como un aumento en el impuesto sobre la renta para los trabajadores que cobran menos de $75000 al año.
Apoyo a los Negocios: El gobierno también ha proporcionado apoyo financiero a las pequeñas empresas a través de la Ley CARES. Esta ley incluye préstamos garantizados por el gobierno, así como ayudas fiscales para aquellas empresas que han sufrido una caída significativa en sus ingresos a causa de la pandemia.
Incentivos Fiscales: El gobierno también ha reducido temporalmente los impuestos a las empresas a través de la Ley de Apoyo al Empleo. Esta ley ofrece un crédito tributario del 50% del salario pagado por el empleador, así como una exención de $10.000 para los pagos de nómina hechos durante el período de la emergencia.
Con estas medidas, el gobierno de Estados Unidos espera mejorar las condiciones económicas y estabilizar el mercado laboral durante este momento de crisis.