El Niño Jesús de Praga, es una estatua de cera que representa la etapa infantil de Jesús, ubicada en la ciudad de Praga. Es considerada como muy milagrosa, especialmente entre las embarazadas, por lo es común que se eleve una oración al niño Jesús de Praga para pedir favores y milagros.
Oración al niño Jesús de Praga
Toda aquella que se ve necesitada de un milagro, recurre a elevar una poderosa oración al niño Jesús de Praga, ya sea para pedir por la salud, por un mejor porvenir o simplemente para tener embarazos con feliz término. Una de las más famosas y generales es:
¡Oh santo Niño Jesús!, hoy recurro a ti,
Rogándole también a tu Santísima Madre,
para que me asistan en tan angustiosa necesidad (y se hace mención a ésta),
siendo creyente fiel de tu Divinidad y poder para socorrerme,
en este día y a esta hora,
confiado de tu poder y de tu Gracia.
Con todas las fuerzas de mi alma,
Vengo ante ti arrepentido de mis pecados,
Suplicándote ¡Oh mi niño Jesús!, me des la fuerza necesaria
para triunfar ante las adversidades.
A cambio de tus favores, te ofrezco mi servicio fiel,
Y ganado de tu amor, ¡Oh santo Niño!,
amaré a mis prójimos como a mí mismo.
¡Oh querido Jesús!, te suplico nuevamente,
Que me asistas en esta circunstancia (vuelve a mencionar la dificultad),
Concédeme tu gracia y junto a María y José, los Santos y los Ángeles de la Corte Celestial.
Que Así sea. Amén!
En el siglo XVII, esta oración le fue revelada al Padre Cirilo de Praga, como agradecimiento por las ayudas tanto materiales como espirituales que los fieles creyentes habían comenzado a recibir por parte del Niño Jesús. También por los favores y milagros que se habían obtenido gracias a la poderosa intercesión del Niño Jesús de Praga.
Oración de Visita
¡Oh divino niño Jesús de Praga!, hoy vengo ante Ti para hablarte como un amigo,
atraído por tu mirada de paz, y tus palabras de aliento cargadas de confianza,
solo en ti niño Jesús bendito, encontrare la paz que necesito y ansío,
perdona mis pecados, ¡oh mi buen Jesús!,
hoy vengo ante ti buscando tu promesa de perdonar las ofensas,
a cambio del manifiesto de fe y amor puro,
para seguir el camino del bien, necesito de tu gracia y tu fortaleza.
Protégeme en el transitar entre el mundo de tinieblas y de confusión,
Que el ejemplo de Tu infancia sea mi guía,
y me haga merecedor de Tu sagrada promesa:
«Cuanto más me honréis, más os favoreceré».
¡Amén!.
Oración para todos los días
¡Oh soberano Señor y Rey de reyes!
Tú que eres el Verbo divino, descendiente de José,
Familia del reino de David y cetro del pueblo de Israel,
¡Oh dulcísimo Niño Jesús de Praga! legislador supremo,
esposo de las almas, que por salvarlas y librarlas,
descendiste del seno de tu Padre eterno,
hasta el vientre de tu madre, la Virgen purísima.
A tus pies imploro, oh divino y hermosísimo Niño,
Con la misma fe con la que lo hicieron los pastores y los reyes magos en Belén,
Impregna mi alma con disposiciones de fe, amor, reconocimiento y generosidad,
Para dirigirme a ti y solicitar alivies mis angustias y sosiegos,
Hoy te ofrezco esta oración para tu honra y gloria,
y así me puedas conceder, a través de la intercesión de tu santa madre,
la poderosa de la Virgen María, y del bondadoso Patriarca San José,
el que mi alma sea purificada de todos los pecados
y afirmándote que estaré siempre a tu divino servicio.
Otorgadme oh Niño amabilísimo, la gracia particular por la que hoy te imploro,
apelando a las bondades que guardas en tan generoso Corazón.
Pido ante tu sagrada y milagrosa imagen,
puedas otorgarme el favor que te pido,
al igual que lo demuestran tus innumerables gracias,
que abundantemente se derraman,
no sólo sobre los fieles de Praga, sino sobre los de todo el mundo,
donde tu presencia es honrada y venerada.
Escucha mis súplicas, oh señor mío, ¡Amén!.
Oración al niño Jesús de Praga por salud
¡Oh Niño Jesús bendito!, tú que eres dueño de la vida y de la muerte,
Hoy me postro ante ti reconociéndome indigno y pecador,
para implorar la salud de (se dice el nombre de la persona),
quien necesita de tu milagro intercepción.
Apiádate de su dolor, y alíviale sus males,
Evocando tu omnipotencia, en la que pone todas sus esperanzas de sanación.
Aliviala, ¡oh gran médico Celestial! sus penas,
líbrala de sus sufrimientos y bríndale perfecta salud,
para que pueda seguir rindiéndote la honra, oh niño Jesús,
¡Amen!
Oración por la salud del enfermo
¡Oh querido y dulce Niño Jesús!,
he aquí ante ti una pobre persona enferma,
que movida por la más viva fe,
invoca tu divina ayuda en favor de su dolorosa enfermedad.
En Ti coloco toda mi confianza oh bendito Jesús,
Sé que eres muy misericordioso y todo lo puedes,
Por tu divina virtud divina y el inmenso amor que tienes a los que sufren,
a los necesitados y los afligidos, te rugo dulce niño:
escúchame, bendíceme, socórreme, consuélame.
¡Amén!.
NOTA: La oración se finaliza con el rezo de tres Glorias dedicadas al padre.
Oración para los tiempos difíciles
¡Oh bendito Niño Jesús de Praga!,
hoy recurro a ti, rogándote en nombre de tu Santísima Madre,
la Virgen María, para que me ayudes a combatir esta dificultad tan grande,
(se nombra la petición al niño Jesús),
Siendo fiel creyente de tu poder y divinidad para socorrerme.
Tengo confianza plena en ti dulce niño,
Y en lo omnipotente de tu Santa Gracia.
Te implora tu ayuda de todo corazón,
y con todas las fuerzas de mi alma.
Me presento ante ti noble Jesús,
Arrepentido sinceramente de todos mis pecados,
Suplicándote, oh mi Niño Jesús de Praga,
me des las fuerzas necesarias para salir victorioso de mis males.
A cambio de tus favores te ofrezco mi servicio fiel,
Mostrar amor al prójimo como a mí mismo,
Tal como tú nos enseñaste mi señor.
Te suplico de nuevo, que me ayudes en esta particular dificultad,
(se repite la petición de la necesidad),
Concédeme la gracia de tu auxilio,
En estos momentos de angustia y desolación para mí.
Que Así sea. ¡Amén!
Esta oración al niño Jesús de Praga para los tiempos difíciles se complementa con el rezo de un Credo y una Salve. Para que tenga un mayor efecto, esta oración debe repetirse durante siete días continuos, así como los otros rezos.
Oración de Benedicto XVI al Niño Jesús de Praga
¡Oh Señor Jesús!, te vemos niño, fieles creyentes de que eres el Hijo de Dios,
el que se hizo hombre por obra y gracia del Espíritu Santo,
que nació del seno de la Santísima Virgen María.
Allá en Belén, junto a María, José, los Ángeles y los pastores,
también nosotros te adoramos y reconocemos,
como nuestro único Salvador.
¡Oh niño Jesús!, fuiste pobre para hacernos ricos con tu pobreza,
Haz que nunca olvidemos a los pobres,
ni a ninguna persona que sufra o padezca.
Protege señor Bendito a todas nuestras familias,
bendice a todos los niños del mundo,
y por tu infinito poder, otórganos el privilegio de gozar de tu amor,
para que siempre reine entre nosotros,
y con ello poder tener una vida más feliz.
Concédenos ¡oh dulce Jesús!,
la dicha poder reconocer la verdad de tu Nacimiento,
que todos sepan cual es la misión que has venido a traer a la humanidad,
tú que encarnas la luz, la alegría y la paz,
Tú que eres un mismo Dios y reinas junto al Padre,
en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
¡Amén!.
Oración al Niño Santuario de Arenzano
¡Oh Santo Niño Jesús!, que impregnas con tu gracia a quienes te invocan,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
aquí estamos frente a ti postrados, delante de tu imagen santa,
para rendirte nuestras plegarias, y que escuches nuestra oración.
Hoy en este día, te encomendamos a todos los fieles necesitados,
que confían en la nobleza de tu divino corazón,
extiende oh divino Niño sobre ellos tu mano omnipotente,
y socorre todas sus angustias y necesidades.
Extiende tu sagrado manto sobre los enfermos,
para con tu infinito poder sanarlos y santificar sus penas,
atrae a los pecadores con la luz de tu gracia;
alivia a los oprimidos del dolor y la miseria,
ellos que invocan tu amorosa ayuda.
Bendícenos a todos nosotros ¡oh poderos niño Jesús!.
Concédele al mundo entero los tesoros de tu misericordia,
y consérvanos en la gracia de tu amor ahora y siempre,
por lo siglo de los siglos. ¡Amén!.
Novena al Santo niño Jesús de Praga
Dentro de la oración al niño Jesús de Praga nos conseguimos con un novenario dedicado a él y la Virgen María, para obtener su intercepción ante los casos más difíciles de la vida diaria de los fieles. Cabe destacar que esta novena debe rezarse a cada hora, por nueve horas seguida en un mismo día.
Para comenzar hay una oración inicial que reza de la siguiente manera:
¡Oh niño Jesús de Praga!,
que dijiste las palabras: «Pidan y se les dará, busquen y hallaran, llamen y se abrirá,»
por mediación de tu santa madre, la sagrada Virgen María,
yo llamo, yo busco, yo te pido que me concedas este favor, (se hace la Petición),
¡Oh niño Jesús!, que dijiste: «Cualquier cosa que se le pida al Padre en Mi Nombre,
Se le concederá», por la mediación de tu Santísima madre, la Virgen María.
humilde y urgente acudo a ti para suplicarle,
al santísimo Padre en tu Nombre, me concedas este favor ( se vuelve a repetir la solicitud).
¡Oh bendito niño Jesús!, que dijiste: «Cielo y Tierra pasarán, mas mi palabra no pasará»,
por mediación de tu santa madre, la Virgen María,
siento plena confianza que mi súplica será concedida. (y se repite la solicitud). ¡Amén!
Acto de consagración
Siguiendo con la novena, se debe realizar entonces el acto de consagración, mencionando la siguiente oración al niño Jesús de Praga.
Bendito Niño Jesús de Praga, tú que eres alabado como santo milagroso por todos,
Gracias a tus innumerables y extraordinarios favores, los cuales concedes a cuantos te invocan,
Cautiva nuestra alma con tus hechizos divinos de niño,
Acógenos hoy bajo tu sagrado manto de Rey,
para poder entonces gozar de la paz que prometiste,
y recibir tu santa bendición, para crecer en santidad y virtudes.
Nos consagramos plenamente a tu servicio divino,
prometiendo serte fervientes devotos de Praga.
Como hijos de tu amor, te ofrecemos desde ahora y para siempre,
cuanto somos, cuanto anhelamos, cuanto aspiramos.
¡Oh santo Niño Divino! , Rey de Praga y Dios de la Infancia,
recibe nuestro ofrecimiento sincero,
para servirte por siempre, en la tierra y en el cielo. Amen, que así sea.
Para cerrar este acto de consagración, deben rezarse tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Luego, exponer el favor que se le solicita mediante esta oración al niño Jesús de Praga en esta Novena, mencionado seguidamente la oración del día de la Novena que corresponda.
Oraciones diarias de la novena al niño Jesús de Praga
Cada día de la novena dedicada en oración al niño Jesús de Praga, cuenta con una oración determinada. Estas oraciones son las siguientes:
Oración del primer día
¡Oh Divino Niño Jesús de Praga!, tú que eres Verbo Eterno del Padre,
Que por nosotros tomaste nuestra carne y padeciste ante la justicia divina,
para librar a nuestras almas de la esclavitud del pecado,
convirtiéndote con ese sacrificio en nuestro ejemplo,
concédenos la gracia de poder corresponder a tu misericordia,
líbranos también oh niño Jesús de la fascinación de los sentidos,
a través de esta oración te rindo honores y te reconozco,
como el objeto de mi vida para ser merecedor junto a ti,
del reino de los cielos. ¡Amén!
Segundo día
¡Dulce Niño Jesús de Praga!, tú que eres Dios y Salvador nuestro,
que en los rigores del invierno naciste en un humilde establo,
que desde los primeros instantes de tu vida te vinculaste a la pobreza y los padecimientos,
elimina de mi los deseos del goce de la tierra y de los bienes,
líbrame del amor carnal y mundano, sentir tus padecimientos y humillaciones,
y ser con ello digno de merecer participar un día de tu eterna gloria. ¡Amén!.
Tercero día
¡Oh Poderoso Niño Jesús de Praga!, hijo del Padre celestial,
que viniste a este mundo para cumplir los designios de Dios,
salvando al género humano y cumpliendo con la santa voluntad de Padre,
ayúdanos a cumplir con los designios que el Altísimo tiene para nosotros,
a ser conformes con tu santa voluntad, con miras a nuestra salvación. ¡Amén!.
Cuarto día
¡Oh Misericordioso Niño Jesús de Praga!, Redentor y creador nuestro,
que nos hiciste visible ante los hombres, los reuniste para formar una sociedad,
para que fuesen contigo uno solo, así como eres uno solo con el Padre celestial,
no permitas que seamos indignos de pertenecer a esta sociedad que has fundado,
de la cual tu llevas la guía, déjanos ser parte del místico cuerpo la Santa Iglesia,
que es nuestra buena Madre. ¡Amén!.
Quinto día
¡Oh piadoso Niño Jesús de Praga!, Salvador de todos los hombres,
Tú que vinisteis a la tierra para la liberarnos a todos del pecado,
le confiaste a tu santa Iglesia la guía para conducirlos a la redención universal,
te pedimos se Señor, por aquellos que no cuentan con la dicha de pertenecer a la Santa Iglesia,
para que acudan a ella y así puedan alcanzar su salvación,
y para aquellos que aun asistiendo a la iglesia están faltos de la vida de la gracia,
dales la fuerza que emana de la fuente de tu infinita misericordia,
para que gocen del beneficio de la eterna y la salvación. ¡Amén!.
Sexto día
¡Oh bondadoso Niño Jesús de Praga!, vivo retrato de la sustancia de Dios Padre,
que viniste desde los cielos a la tierra para servir a los hombres,
abriéndoles un camino hacia la verdad y la vida,
restablece nuestro espíritu con tu divina luz, que fue oscurecido por el pecado,
y guía nuestros pasos para que reconozcamos en ti,
el único salvador de nuestra vida en la tierra y nuestra esperanza en el cielo. ¡Amén!.
Séptimo día
¡Oh benignísimo Niño Jesús de Praga!, tú que eres el Príncipe de la paz,
que llegaste a este mundo tras el anuncio de los ángeles,
para brindar paz y salvación a los hombres de buena voluntad,
te pedimos por la reconciliación de los pecadores con la divinidad,
otórganos paz a la conciencia, luz en el entendimiento, y caridad en el corazón,
que obre en todos los hombres de buena voluntad, el anuncio de tu glorioso Nacimiento,
el mismo efecto que sintieron los pastores que te adoraron en el portal de Belén. ¡Amén!.
Octavo día
¡Oh amable Niño Jesús de Praga!, Contrayente divino de nuestras almas,
Creyente somos de que después de haber venido para salvar a los hombres,
Vendrás nuevamente a juzgarlos, para cumplir con otro mandato del Padre,
Cofunde a quienes han abusado de tu gracia con el gran resplandor de tu gloria,
Ayúdanos a conseguir nuestras inspiraciones, oh Jesús, Redentor mío,
Tú que eres un Juez benigno y apacible. ¡Amén!.
Noveno día
¡Oh amoroso Niño Jesús de Praga!, Hijo de Dios desde la eternidad,
e Hijo de María Santísima en el tiempo,
que recibiste de tu madre la más admirable y respetuosa acogida
encarnándote en su purísimo seno,
concédenos la gracia de poder también nosotros acogernos bajo su amparo,
con la firmeza y caridad que encontraste en la Virgen Santísima María,
¡Ah Salvador mío! Te rogamos que así como naciste en cuerpo y alma de María,
Renazcas en nuestras alamas y espíritu,
Llénalas de tu gracia para poder cumplirte en servicio eterno. ¡Amén!.
Coronilla del milagroso Niño Jesús de Praga
Para honrar los misterios de la Infancia, se suele rezar una oración al niño Jesús de Praga conocida como la coronilla. Esta oración es como una especie de rosario donde existe una persona que dirige el rezo y la audiencia responde, seccionada en varios misterios. Se da inicio con la señal de la Santa Cruz.
Acto seguido, se declama una oración de entrada:
Jesucristo, Señor mío, Dios y Hombre Verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío,
Por ser quien eres, Bondad infinita,
y porque te amamos infinitamente sobre todas las cosas,
Confesamos que nos pesa de todo corazón haberte ofendido,
el castigo puede ser con las penas eternas del infierno,
por eso ayúdanos con tu divina gracia,
nos proponemos firmemente a más nunca pecar,
confesarnos y cumplir con las penitencias que nos pongas. ¡Amén!
P. Abre Dios mío mis labios
R. para que mi lengua pronuncie tu palabra.
P. Acude oh Señor en mi auxilio.
R. Apúrate Señor en socorrerme.
Que la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sea por siempre adorada y glorificada, por todos los siglos de los siglos. Amén. Adorado y glorificado también sea Dios Padre.
P. El verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
(Se reza un Padre nuestro)
Primer Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de Tu encarnación.
(Se reza un Ave María)
Segundo Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Visitación.
(Se reza un Ave María)
Tercer Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Nacimiento
(Se reza un Ave María)
Cuarto Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la adoración de los pastores.
(Se reza un Ave María)
Intermedio: «Adorado y glorificado sea el Hijo»
P. El verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Se reza un Padre Nuestro
Quinto Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu Circuncisión.
(Se reza un Ave María)
Sexto Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de la Epifanía.
(Se reza un Ave María)
Séptimo Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu presentación en el templo.
(Se reza un Ave María)
Octavo Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu huída a Egipto.
(Se reza un Ave María)
Intermedio: “Adorado y glorificado sea el Espíritu Santo”.
P. El verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
(Se reza un Padre Nuestro)
Noveno Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu permanencia en Egipto.
(Se reza un Ave María)
Décimo Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu regreso a Nazaret.
(Se reza un Ave María)
Décimo primer Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu vida oculta en Nazaret.
(Se reza un Ave María)
Décimo Segundo Misterio: Divino Niño Jesús, bendito y alabado seas en el misterio de tu pérdida y hallazgo en el Templo.
(Se reza un Ave María seguido de un Gloria)
P. Sea bendito el nombre del Señor.
R. Ahora y siempre por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Historia de la devoción al Santo niño Jesús de Praga
Desde siempre, los fieles creyentes del cristianismo han sentido una gran devoción por el Niño Jesús y todo lo que representa el misterio de su encarnación, donde se hizo hombre para la salvación de todos los pecadores, “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros”.
Sin embargo, fue a principios del siglo XVII donde se comenzó con la devoción al Santo Niño de Praga. La historia relata los tiempos en que existía una princesa llamada Polyxenia de Lobkowitz, quien recibió en su matrimonio un regalo muy particular por parte de su madre. Se trataba de una hermosa estatua de cera del Divino Niño, la cual le había llegado desde España.
Era una imagen de unos 48 centímetros de alto, donde aparece el Niño Jesús de pie y con la mano derecha levantada, esto como un símbolo de bendición, mientras que en la izquierda, se le puede ver sosteniendo un globo dorado que representaría en este caso a la tierra, manteniendo una expresión en su rostro de gracia y ternura.
Aquella princesa se dedicó a las obras de caridad luego de la muerte de su esposo, siendo los religiosos de la orden carmelita en Praga, los principales favorecidos con la generosa y asistencia de la princesa. La guerra en Praga estalló en el año de 1.628, y una de las estructuras que más se vio afectada fue el monasterio de los monjes.
Fue entonces cuando la Princesa Polyxenia decidió donarles su apreciada estatua para a través de ella, Honrad y respetad al Niño Jesús, con la promesa de que a cambio, nunca les faltará lo necesario. Los monjes colocaron la estatua en el oratorio del convento y pronto vieron ellos cumplir las palabras proféticas, ya que mientras mantuvieron la devoción al santo Niño de Praga, les llegó la prosperidad.
La estatua terminó arrojada a los escombros por manos de los herejes invasores en el año de 1.631, luego de que el ejército de Sajonia invadió Praga, y los Padres Carmelitas tuvieron que trasladarse a Munich. Pero la guerra terminó en 1.635, y los sacerdotes de carmelitas regresaron a su antiguo convento, pero nuevamente en condiciones muy malas de vida.
Al ver aquella deplorable situación, el Padre Cirilo, quién había recibido gran ayuda espiritual por medio de su devoción al Santo Niño de Praga, quiso restaurar la devoción. Comenzó a buscar la estatua milagrosa y al cabo de un tiempo, la encontró entre los escombros, ubicada detrás del altar, y cubiera por un manto.
El Padre Cirilo la volvió a colocar en el Oratorio, y comenzó nuevamente la veneración por parte de los carmelitas, quienes vieron en poco tiempo los frutos de su fe, ya que el santuario se levantó de nuevo y todos gozaron felizmente de paz.
Se dice que un día en el que el padre Cirilo le rezaba a la estatua devotamente, escucho una voz que le dijo: «Ten piedad de mí y yo tendré piedad de vosotros. Devolvedme mis manos y yo os daré la paz. Cuánto mas me honren, tanto más os bendeciré.»
El Padre Cirilo examinó minuciosamente la estatua y noto entonces que ambas manitas estaban quebradas. Recurrió a las autoridades del convento para restaurarlas pero no tuvo apoyo. Pero lo milagros continuaron, ya que al auxiliar a un moribundo, el Padre Cirilo recibió de él 100 florines.
A pesar de esto, el dinero no se uso para restaurar la estatua ya que en consideración del superior del convento, era mejor comprar una nueva. Como señal de desacuerdo, el día que se instalo la nueva estatua, se quemo al tiempo que el superior se enfermo, lo que le impidió terminar su mandato.
El padre Cirilo busco siempre realizar múltiples gestiones para la restauración de la estatua milagrosa pero nunca consiguió apoyo y muy pronto se vinieron rodeados de nuevas calamidades y pobreza.
Buscando ayuda, todos los carmelitas acudieron al Niño Jesús, y el Superior se humilló, prometiendo celebrar 10 misas ante la estatua y divulgar su culto. Con esto mejoro un poco la situación pero faltaba aun arreglar la estatua.
Nuevamente el Padre Cirilo escuchó una voz que le decía:»Colócame a la entrada de la sacristía, y encontrarás quien se compadezca de mí.» El padre cumplió con aquella petición, presentándose a las puertas un desconocido que quedo admirado por la belleza de la estatua, y notando la falta de las manos, se ofreció a repararlas.
Aquel desconocido fue bendecido con la llegada de una fortuna y también los devotos fueron beneficiados con múltiples favores y milagros. En agradecimiento, los carmelitas quisieron edificarle una capilla pública, pero no contaban con el dinero.
En el año de 1.644 se inauguró un santuario donado por la Princesa Lobkowitz, donde acudían devotos de todas partes y de toda condición. Mediante la celebración de una ceremonia solemne de coronación, el reverendo José de Corte le colocó al Niño Jesús una preciosa corona de oro esmaltada con perlas y diamantes donada por el Conde Martinitz, Gran Marqués de Bohemia.
La devoción al Divino Niño siempre había sido practicada por los carmelitas. Al santo Niño Jesús de Prada le llamaban el «Pequeño Grande», y muy pronto su reputación milagrosa se esparció por todo el mundo. Su niñez se quiso ejemplificar en aquellos países que necesitan de una educación y ejemplo de vida cristiana.
Propagar la devoción a su infancia en un mundo, es tan significativo renombrando las palabras de Jesús cuando dijo «dejad que los niños se acerquen a mí», buscando que seamos humildes y puros como niños para así poder entrar en Su Reino. La promesa reza que Jesús nos bendecirá y suscitará en nosotros sus virtudes, al meditar sobre su niñez.
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