En esta oportunidad, te traemos una completa reseña de la vida y obra de uno de los autores estadounidenses más importantes de todos los tiempos, estamos hablando de nada mas y nada menos que de Thomas Wolfe, autor de la novela americana contemporánea, con libros como “El ángel que nos mira” o la maravillosa “Del tiempo y del rio” Wolfe demostró ser un escritor de niveles poéticos jamás vistos para su tiempo, acompáñanos a descubrir todo sobre este autor.
Biografía de Thomas Clayton Wolfe
Thomas Clayton Wolfe nació en la prolífica ciudad de Asheville, Carolina del Norte, una tarde del 3 de octubre del año de 1900 y posteriormente fallecería a la temprana edad de 38 años en la ciudad de Baltimore en el estado de Maryland una mañana del 15 de septiembre del año de 1938, fue uno de los mejores escritores de novelas y poesía estadounidense de todo el siglo XX, sus obras son consideradas patrimonio cultural de los estados unidos de américa, todo esto por su rica prosa, cargada de poesía y otros elementos que iremos descubriendo en esta reseña.
En su totalidad, Thomas Clayton Wolfe pudo escribir de manera exitosa un total de cuatro novelas largas, las cuales se caracterizan por interesantes elementos narrativos, también pudo escribir en su corta carrera una infinidad de cuentos, poesías, obras dramáticas y fragmentos de novelas, las cuales era inmensamente populares entre sus lectores.
Los libros de Thomas Wolfe se caracterizan por estar llenos de metáforas y misticismo, destilan poesía en su estado más puro, es muy descriptiva con los temas que trata, en novelas, cuentos o relatos cortos, tamien se caracteriza por poseer un gran número de argumentos narrativos en gran parte basados en su vida, por lo que se puede decir que su estilo es autobiográfico.
Otro aspecto generalizado que podemos destacar en esta introducción es que en sus libros se reflejan la cultura y costumbres de Estados Unidos del primer tercio del siglo XX, lo hace de manera tan fidedigna que leer sus novelas es un metafórico viaje al pasado de este país, Wolfe hace especial énfasis en los aspectos culturales de su ciudad natal en sus años de niñez y temprana juventud y los vividos luego en Nueva York y Boston, por lo que es especialmente querido en estas zonas de Estados Unidos.
Thomas Clayton Wolfe realizó un total de seis viajes a Europa, ya que le encantaba la cultura de este continente y de cierta manera lo ayudaba a escribir sus historias; cosa que lamentaba era lo mucho que se perdía ir en barco, ya que le parecía aburrido y cansado, lo cual dificultaba la relación con este continente que en el fondo tanto quería, relación que consideraba que debería ser mucho más intensa para extender la totalidad de su magnífica obra.
Su bibliografía contiene las observaciones de un estadounidense que descubre interesantes aspectos de Inglaterra, Francia y Alemania que pasan desapercibidos para los europeos, como lo mencionamos, eran los aspectos autobiográficos de este autor lo que resaltaba.
En especial es importante cómo, comprobando en 1936 la persecución de las personas por sus razas o ideas que estaba desarrollando el nazismo, presiente que este horror había de llevar al mundo a una gran guerra, predicción que fue totalmente acertada, debido a que un año después de su muerte estallaría la segunda guerra mundial.
Tras la muerte de Wolfe, William Faulkner mencionó con mucho respeto por el mismo que este era el mejor escritor de su generación (Faulkner se puso segundo). La total influencia de Wolfe como escritor modelo, creador de un movimiento literario, se extendió a las obras del escritor beat Jack Kerouac y de Philip Roth, entre otros. Sigue siendo uno de los más importantes de la literatura estadounidense moderna, por lo cual existen muchos aspectos de su vida los cuales serían muy interesante reseñar en los siguientes párrafos, así que comencemos con ello.
Primeros años de Thomas Clayton Wolfe
Thomas Wolfe nació en Asheville una tranquila ciudad sub urbana ubicada en el estado de Carolina del Norte, Thomas era el menor de un total de ocho hijos engendrados del matrimonio de William Oliver Wolfe (1851–1922) y Julia Elizabeth Westall (1860–1945), su padre era inmigrante alemán y su madre era una mujer americana de descendencia inglesa. Sus hermanos llevaban por nombres: Leslie E. Wolfe (1885–1886), Effie Nelson Wolfe (1887–1950), Frank Cecil Wolfe (1888–1956), Mabel Elizabeth Wolfe (1890–1958), Grover Cleveland Wolfe (1892–1904), Benjamin Harrison Wolfe (1892–1918) y Frederick William Wolfe (1894–1980), este último el más longevo de todos los ocho hermanos, su niñez se caracterizó por ser muy familiar.
La numerosa familia Wolfe hicieron sus mejores años en la calle Woodfin, n.º 92, parte de un tranquilo suburbio de la ciudad de Asheville, donde Tom nació.
Su padre, el cual había llegado de Alemania muy joven fue un destacado tallador de piedra y propietario de un negocio de lápidas en el cual Thomas participo en numerosas ocasiones. Su madre era una importante vendedora de bienes raíces y, en el año de 1904, pudo abrir su propia compañía de en este rublo, esta se ubicaba en San Luis, en el estado de Misuri, todo como preparativo de la Exposición Universal, un alojamiento dedicado especialmente a albergar a visitantes provenientes de Asheville, lo cual le generaba importantes ingresos a toda la familia Wolfe.
Mientras la familia estuvo en San Luis, uno de los hermanos de Wolfe, Grover, de doce años, murió de fiebre tifoidea, este hecho marco de manera significativa la vida del joven Thomas Wolfe.
En la actualidad, la casa Thomas Wolfe es considerada un hito histórico nacional, está ubicada en la calle Spruce, n.º 48, en Asheville, es visitada por muchos turistas amantes de la literatura del autor.
No fue hasta el año de 1906 cuando loa madre de Thomas, Julia Wolfe pudo comprar una hermosa casa la cual llevaba por nombre «Old Kentucky Home», esta hermosa casa estaba ubicada al final de la calle Spruce, n.º 48, esta decisión de la madre fue tomada en base a que ya la relación matrimonial con el padre del joven Thomas Wolfe se había hecho insostenible, constantes peleas entre ambos rompieron irreparablemente el matrimonio.
Julia tomaría residencia allí con su hijo menor, mientras que la totalidad de su familia permaneció en la casa de la calle Woodfin, a pesar de la separación Thomas seguía frecuentando la casa de su padre para visitar a sus hermanos mayores. Wolfe vivió en el alojamiento de la calle Spruce hasta que fue a la universidad en el año de 1916.
Estudios universitarios
Wolfe comenzaría sus estudios superiores en la famosa universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, en esta comunidad académica logro destacar por sus importantes aportes literarios por lo cual se convirtió en un importantísimo miembro de la Sociedad Dialéctica y de la fraternidad Pi Kappa Phi, era un estudiante modelo y sus notas recibían múltiples honores por parte de las autoridades de la Universidad. No fue hasta el otoño del año de 1919 que se inscribió en un curso de dramaturgia, lo cual impulso aún más su interés por escribir historias dramáticas con tintes meramente literarios.
Tal fue su interés en este tópico que escribió una interesante pieza de un solo acto, esta llevaba por nombre “El retorno de Buck Gavin”, fue escenificada y Wolfe actuó en el rol protagónico, por lo cual estuvo encantado, ya que era un muchacho muy extrovertido.
Así como se inició en el mundo del teatro también decidió internarse en el mundo del periodismo, para ello pudo editar de manera exitosa el periódico estudiantil de la universidad, este llevaba por nombre “Tar Heel”, no conforme con estas actividades, un joven y distinguido Thomas Wolfe pudo ganar el Premio al Mérito en Filosofía por un ensayo titulado «La crisis en la industria» realizado por sus observaciones filosóficas sobre la caída de la revolución industrial. Otra de sus piezas teatrales, La tercera noche, fue escenificada en diciembre de 1919, teniendo una importante aceptación en la comunidad teatral universitaria de aquel entonces.
Después de tan destacado paso en la Universidad de Carolina del Norte pudo obtener finalmente el grado académico de “Bachelor of Arts” en la mencionada universidad en junio de 1920, Thomas Wolfe se graduaría con importantes honores, lo que le permitiría abrir nuevas puertas en el futuro inmediato.
Fue así como en septiembre del año de 1920 pudo ingresar fácilmente en la Escuela de Graduados de Artes y Ciencias de la Universidad Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo en ese entonces, en la misma, se dedicaría a estudiar dramaturgia bajo la dirección de George Pierce Baker. Dos versiones de la pieza teatral de Wolfe Las montañas fueron escenificadas en 1921, teniendo excelentes críticas por parte de toda la audiencia y expertos dramaturgos, Thomas Wolfe estaba pavimentando un exitoso camino en el mundo del teatro.
Fue hasta el año de 1922 donde ya un adulto Thomas Wolfe pudo recibir su tan preciada maestría de Harvard, un logro importantísimo en su carrera académica hasta ahora.
Lamentablemente, su padre fallecería en junio de ese mismo año en su ciudad natal de Asheville, un evento que lo marcaria de tal manera que influiría en la totalidad de su obra. Depuse de obtener su tan preciada maestría continuó con sus estudios en dramaturgia con Baker, con quien finalmente produjo su pieza de diez escenas, “Bienvenido a nuestra ciudad” la cual rebosaba de complejidad, cosa que atrajo a mucha audiencia a los teatros, después de un tiempo en Carolina del Norte, en mayo del año de 1923 decidió buscar nuevos rumbos.
Se instaló en Nueva York en noviembre del año 1923, y, en febrero de 1924, empezó a enseñar inglés como instructor en la Universidad de Nueva York, una posición que ocupó por casi siete años, esto le produjo los ingresos necesarios para iniciar su carrera como escritor.
Thomas Wolfe y su carrera como escritor
Fue en el año de 1917 cuando Thomas Wolfe pudo publicar con éxito su primer escrito, este se trataba de una hermosa poesía, la misma fue publicada en una importante revista perteneciente a la universidad en la que estudiaba. Posteriormente a esto, muchas poesías, dramas y relatos se fueron publicando durante los periodos de sus estudios en las dos universidades que visitó, lo cual le hizo ganar una importante notoriedad en los lectores que estaban fuera del ámbito académico, sus poesías rebosaban de figuras retoricas bien logradas, por lo que se podían notar todos sus años de estudio incansable.
Sus obras dramáticas, encantaban a la audiencia académica, sin embargo, no podía conectar con el público fuera de esta comunidad, por lo cual, tras su fracaso como autor dramático decidió entregarse por completo a la redacción de novelas, según palabras del propio Thomas Wolfe: «No sé cuándo llegué a tener por primera vez ese pensamiento.”
Con todo el dinero que había ganado siendo un importante profesor en una universidad de Nueva York pudo realizar un importante viaje a Europa en el año de 1926, este era uno de sus sueños más anhelados, lo que lo entusiasmaba mucho, conocer otras culturas a parte de la norteamericana.
Tras visitar varios países en el continente europeo, consideró que la hermosa ciudad de Londres era el lugar más adecuado para escribir, su tranquilidad, el clima y la cultura londinense encantaron a Thomas, inspirándolo a escribir sus primeros manuscritos como novelista, es por ello, por lo que en otoño alquiló allí dos habitaciones en una casa con la intención de convertirlas en su templo de la escritura.
Thomas decidió comprar varios libros gruesos de contabilidad y comenzó a escribir en ellos, una costumbre rara para muchos, pero el motivo de esta conducta era simple, resulta que su prodigiosa memoria le permitía escribir absolutamente todo lo que recordaba, entre estos aspectos podemos destacar las siguientes cosas:
Características de las personas, su nombre, la complexión de su físico, las expresiones que usaban, las profesiones que ejercían, sus costumbres, la vestimenta que traían , lo que habían dicho de diferentes aspectos de la ciudad; de las calles, su constitución, pavimento, farolas, casas; de hoteles, los muebles, el servicio, el coste; de restaurantes, la calidad de la comida, de todas las conversaciones allí oídas, de las oídas en la calle, en el tren, de los vecinos en el patio, puentes, carreteras, de todos los paisajes que había visto, inclusive de los ruidos como el pisar de hojas secas, el de los cascos de un caballo en el empedrado, el del viento en los aleros de la casa…
Absolutamente todo lo que había experimentado, visto y oído fue anotado en los gruesos libros de contabilidad, según palabras del propio Thomas Wolfe: «No puedo decir cómo llegué a ello, por qué lo hacía, ni por qué de esa manera. Nunca lo he sabido, pero supongo que había en mí una fuerza desconocida que ya desde largo tiempo me empujaba a escribir y que trataba de abrir su camino, que era eso lo que me empujaba» sin duda alguna, la capacidad de descripción de este hombre era calificada como sobrehumana.
Después de su inspirador viaje a Europa, finalmente pudo volver a la ciudad de Nueva York para poder retomar otra vez su puesto de profesor en la universidad, en esta dicta clases de inglés avanzado a estudiantes de posgrado de literatura.
Esto no lo desanimo de seguir en su carrera como novelista, Thomas Wolfe solía realizar sus escrituras durante las noches, en Brooklyn, y finalmente después de dos años y medio de haber comenzado a escribir se dio cuenta de que cuanto había escrito era una novela, cosa que lo tomo por sorpresa, uniendo todas las piezas tenía una bien lograda historia que decidiría publicar, lo único que faltaba en esta era que solo debía crear un personaje alrededor del cual se había de mover todo lo escrito.
Después de mucho tiempo, había finalizado el manuscrito que constituiría su primera obra importante, sin embargo, Thomas Wolfe necesitaba con urgencia una editorial para el proceso de edición y posterior publicación de su novela, consiguió que la editorial Charles Scribner’s Sons de Nueva York, a través de su lector jefe Maxwell E. Perkins, lo aceptase muy positivamente; este comenzó a cribar con el autor el texto, una de las criticas principales es que el manuscrito era excesivamente voluminoso, por lo que no encontraría comprador ya que sería muy cansado leer una novela de esas dimensiones.
Sin embargo, a Wolfe no le satisfacían nada los recortes de su preciada obra. Por un lado, consideraba que los textos suprimidos eran indispensables para el entendimiento de lo que finalmente había escrito, que los recortes mutilaban la obra haciéndola incomprensible y deshilvanada, cosa que lo entristecía, y por otro, creía que lo que se pretendía eliminar no tenía calidad, que el resultado final sería una obra incomprensible.
Al editor Perkins le sobrevino un muy arduo trabajo para convencer a Thomas Wolfe de que lo eliminado o recortado no era esencial para la obra, que debía confiar plenamente en su experiencia como editor, la obra a pesar de tener gran calidad era demasiado extensa.
En una ocasión le señaló un texto que resultaba demasiado amplio para una lectura fluida y le dijo que lo debía resumir a lo más esencial del mismo, de manera muy cómica, Wolfe trabajó tres días rehaciendo de nuevo el texto y se lo llevó a su editor Perkins, el cual quedó perplejo con el resultado, ya que el nuevo texto era dos veces más extenso que el que había de ser resumido, cosa que resultaba muy irónica.
El novelista reconoció bajo sus propias palabras lo siguiente: «Mi defecto principal es que escribo demasiado, no solamente ese poco que es lo esencial, sino que me dejo llevar por mi entusiasmo para realizarlo extensamente y bien contado.» La opera prima de Wolfe era tan extensa que al menos dos capítulos fueron suprimidos completamente, y se publicaron en 1941 como relatos independientes, titulados «No cure for it» y «A kinsman of his blood», en la edición de la obra de relatos The hills beyond.
“El ángel que nos mira” de Thomas Wolfe se editó finalmente en el año de 1929 y causó una profunda impresión en los medios literarios estadounidenses y británicos, el resultado de dos años y medio de meditación y escritura de este escritor dieron por fin sus importantes frutos. Tal fue el impacto de esta obra que en año de 1930, en su discurso al recibir el premio Nobel de Literatura, Sinclair Lewis se dignó de mencionar la obra de Thomas Wolfe, hecho singular, ya que daba a entender que Wolfe no tardaría en ser premiado igualmente por su inventiva genial y la belleza de sus escritos.
Lewis a su vez habló con su editor alemán sobre esa obra primeriza, el cual quedo encantado con el resultado de esta, este pudo hacer que se tradujera y editara en Alemania, donde también fue muy bien recibida por una multitud de interesados lectores de este nuevo autor estadounidense.
Sus relatos someros y poéticos, que en gran parte eran capítulos excluidos de las novelas que estaba escribiendo (no por falta de calidad, sino para no hacerlas demasiado extensas, ya que ello haría aumentar tanto el precio como el volumen de la edición y retraería a compradores), se fueron publicando en revistas hasta el año de 1938, año en el que se editó su segunda gran novela la cual tuvo un importante éxito.
“Del tiempo y el río”, que lo consagró definitivamente como uno de los más importantes novelistas de Estados Unidos del siglo XX la majestuosa obra de Wolfe estaba tomando forma definitiva. Sobrevenida su muerte, se editaron las novelas The web and the rock en 1939 y You can’t go home again en 1940, así como The hills beyond en 1941, una colección de relatos, algunos de ellos ya publicados en vida del autor, terminado así una legendaria carrera literaria de alto impacto en la cultura.
Muerte de Thomas Wolfe
En julio de 1938 Wolfe enfermó de una severa neumonía en Seattle. Surgieron muchas complicaciones y le diagnosticaron una tuberculosis miliar enfermedad muy peligrosa para la época. Fue enviado a tratarse al Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, el 6 de septiembre, pero una operación reveló que la enfermedad había invadido todo el lado derecho del cerebro, imposibilitando muchas funciones cognitivas. Sin recobrar la conciencia, Wolfe falleció 18 días antes de cumplir 38 años, un hecho triste para el mundo literario, debido a que se le auguraba un futuro más grande del que logró.
En su lecho de muerte, Wolfe escribió una carta conmovedora a su editor, Maxwell Perkins, en la cual reconoció que lo había ayudado a realizar su trabajo y había hecho su obra posible. Ya en su obra You can’t go home again, el último capítulo está dedicado a la confesión que hace George Webber sobre su vida a su editor, aquí con nombre ficticio, agradeciéndole la amistad y la ayuda prestada, capítulo que puede ser considerado como su testamento literario, estas palabras están inmortalizadas en todas las ediciones de sus libros.
Thomas Wolfe está enterrado en el cementerio Riverside en Asheville. O. Henry, otro escritor famoso, también está enterrado en el mismo cementerio, por lo que su tumba es ampliamente visitada por amantes de la literatura.
Análisis de sus obras famosas
En este apartado podremos analizar de manera más profunda las obras del autor estadounidense, dos son los importantes ciclos de las obras del autor: en El ángel que nos mira y Del tiempo y el río, el protagonista es Benjamin Gant; en The web and the rock y You can’t go home again lo es George Webber, lo cual resulta interesante, ya que todas sus novelas están conectadas.
Ambos protagonistas de las novelas ya mencionadas tienen en común que proceden de modestas familias con padres con los que no consiguen convivir de manera funcional, estos se ven presionados por las circunstancias y que residen en pequeñas poblaciones situadas en la parte montañosa de Carolina del Norte, estado en el que vivió el autor por muchos años. Ambos abandonan sus hogares para estudiar y posteriormente abrirse camino como escritores famosos, cosa que también hizo Thomas.
Vivirán básicamente en Nueva York y viajarán por Europa. No son tanto los caracteres los que los diferencian como su aspecto físico, ya que Benjamín Gant tiene una altura de 1,98 metros, mientras que George Webber es bajo con torso muy corpulento y largos brazos que le llegan casi hasta las rodillas. Ambos gozarán muy jóvenes del éxito como escritores, sufrirán mucho en sus tormentosas relaciones con mujeres, padecerán profundamente la soledad y, a pesar de su vida disipada, descubrirán una profunda religiosidad, todos estos son aspectos que coinciden con la vida del escritor, por lo que podemos decir que estas obras tiene un carácter autobiográfico.
Gran parte de sus personajes reseñados en estas novelas, están basados en personas y sus circunstancias conocidas por el autor, ya que disponía de una memoria excepcional para poder expresarlas en sus libros más adelante, pero altera sus nombres y atribuye los hechos de unos a otros, de manera que juega con todas estas historias de manera ingeniosa. Hubo así cierto descontento entre sus conocidos que, aunque con nombres distintos, se vieron retratados en lo físico y en sus quehaceres, pero quedaron desconcertados por los hechos atribuidos a ellos, con los que no tenían ninguna relación, cosa que Thomas tuvo que explicar después para evitar mal entendidos.
Pero otros, como Nebraska Crane, amigo de niñez de Webber y luego famoso jugador profesional de béisbol cuyo optimismo tanto contrasta con la soledad del escritor cuando años después se vuelven a encontrar era un personaje completamente ficticio, el cual gozaba de una bien construida personalidad alrededor de toda su invención, y Rumbord Bland, un tenebroso personaje propietario de un establecimiento en el que vende productos recogidos en basureros pero en cuya trastienda ha montado un rentable negocio usurero dedicado a explotar a negros ignorantes, que ha perdido la vista y que en una conversación con influyentes personas de la localidad pronostica la hecatombe financiera de 1929.
Todo lo anterior es íntegramente producto de su también excepcional fantasía, y constituyen personajes memorables por la brillantez con la que son descritos, en este sentido, Thomas Wolfe podía combinar hechos que vivía en su día a día recordados gracias a su súper humana memoria, con personajes elaborados desde cero gracias a su magnífica inventiva e imaginación, esta combinación dotó de un especial atractivo a sus novelas.
En conclusión, podemos asegurar que el resultado de toda su obra es desmesurada y lírica, con alto contenido poético en sus descripciones, muy autobiográfica, su vida se puede ver reflejada en estas obras, consciente de incluir en ella todos los niveles posibles de la expresión humana, de las descripciones literarias, son obras cumbres en la literatura del siglo XX. A F. Scott Fitzgerald, uno de sus detractores más acérrimos, el cual le había criticado su libro “Del tiempo y el río” porque lo consideraba demasiado extenso para una lectura cómoda y fluida.
A las anteriores criticas le había puesto como ejemplo a Gustave Flaubert, el cual le había eliminado en sus manuscritos muchos temas por no considerarlos importantes para el mismo y ser relleno para la obra final, Thomas le dijo que otros muchos grandes escritores, como William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Fiódor Dostoyevski, habían aumentado considerablemente sus manuscritos y que precisamente por haber realizado obras con tanta temática se habían hecho inolvidables y legendarios, cosa que logró el también con sus novelas más famosas.
Obras
De las cuatro obras más importantes de Wolfe, El ángel que nos mira (Look homeward, Angel), Del tiempo y el río (Of time and the river), The web and the rock y You can’t go home again, las dos primeras se editaron mientras vivió. Estas cuatro producciones tienen gran extensión, que van desde las 180.000 palabras de El ángel que nos mira a las 380.000 de Del tiempo y el río.
El ángel que nos mira (1929)
En su fantástica primera novela, Thomas Wolfe empieza a describir en ella la niñez, juventud y años de universidad en Carolina del Norte del protagonista Benjamín Gant, el cual guarda similitudes con él en aspectos de su personalidad. Le atribuye la ficticia localidad Altamont como lugar en el que nace y transcurre gran parte de su vida hasta que acude a la universidad para convertirse en un prolífico escritor, en esta novela se narran importantes acontecimientos de la vida del propio Wolfe, que se ligan con elementos de ficción que le dan un carácter único a la novela.
Publicada la primera novela de Thomas Wolfe, hubo una gran polémica que rodeo a los ciudadanos de Asheville, los cuales consideraron que tanto su ciudad como sus ciudadanos no habían sido retratados con fidelidad, mal poniendo sus intereses propios, lo cual causó indignación, ya que concluyeron que la localidad había sido desprestigiada y los que creyeron reconocerse, haber sido dañinamente descritos sus caracteres, sintiéndose avergonzados y profundamente irritados por todo lo sucedido. Esta gran controversia causo que al escritor recibiese una serie de amenazas de muerte, esto preocupó tanto a Wolfe que tardó siete años en volver a Asheville para sentirse seguro en su ciudad natal.
El argumento de la obra se da en todas las situaciones grotescas que se dieron, así, porque el padre de Wolfe había tenido un taller en el que hacía lápidas el cual estaba fielmente situado en la plaza de la localidad. Wolfe creó el personaje Oliver Gant que también tenía un taller de lápidas en la plaza del pueblo, todo en base a su difunto padre para honrarle en sus historias. Este personaje ha comprado una hermosa escultura de un ángel realizada en mármol de Carrara y la tiene expuesta en el patio de su taller, la escultura resalta por su imponente tamaño y su belleza.
En varias ocasiones se la quieren comprar, pero está encariñado y no la cede a vender su obra mas preciada. Un día le visita una mujer, la cual es dueña del prostíbulo y del que Gant es cliente ocasional, esta mujer le quiere comprar la escultura para colocarla en la tumba de una de sus chicas que acaba de fallecer por causas misteriosas que nadie comprende. Gant no quiere vender pero acaba cediendo, incluso pretende darla gratis a la que pretendía comprar esta estatua, pero la mujer insiste en pagarla y Gant cobra el importe que en su día pagó por ella.
Cuando se editó la obra prima de Wolfe, el padre del mismo ya había fallecido, su taller vendido por la familia y el nuevo propietario había construido en el solar un alto edificio en el cual se realizaban otras actividades. Leída la obra en Asheville, aparecieron muchos ciudadanos que aseveraban haber visto en el patio del padre de Wolfe una escultura representando un ángel, cosa que era totalmente falsa, ya que se trataba de un elemento ficticio de la obra del autor, hubo incluso quien afirmó haber estado durante el trato de su venta.
El propietario del periódico local decidió enviar al cementerio a un periodista y a un fotógrafo para localizar el ángel que muchos afirmaban que era real, estos finalmente lograron después de una exhaustiva búsqueda una tumba con un ángel, inmediatamente el periódico a cargo la historia publicó la foto con un reportaje de la misma, afirmaban que era la tumba con el ángel de Gant en la que yacía la joven del prostíbulo.
Lo realmente cierto es que la tumba que encontraron pertenecía a una distinguida familia y en ella se encontraba una mujer muy mayor que había llevado una vida muy piadosa en la iglesia a la que pertenecía, por lo cual se levantó una importante controversia. Ello motivó por parte de la familia una queja que tuvo gran resonancia en la ciudad, ya que estaban mancillando el nombre de su familiar confundiéndola con una prostituta.
No Door
Relato que fue escrito en el año de 1933 y publicado en dos números del Scribner’s Magazine ese año y el siguiente; traducida al español como Una puerta que nunca encontré. Posteriormente, pasaría a formar parte de Del tiempo y el río en su edición final, consta de importantes elementos poéticos.
- “Of Time and the River” publicada en el año de 1935
- “From Death to Morning” publicada en el año de 1935
- “La historia de una novela” publicada en el año de 1936
- “The Lost Boy” publicada en el año de 1937
- “Boom Town” Especulación, publicada en el año de 1938
- “The Web and the Rock” publicada en el año de 1939
- “You Can’t Go Home Again” publicada en el año de 1940
- “The Hills Beyond” publicada en el año de 1941
- “A Western Journal: A Daily Log of the Great Parks Trip”, publicada en el año de 1951
- “Las cartas de Thomas Wolfe” publicada en el año de 1956
- “Las montañas: un drama en tres actos y un prólogo” publicada en el año de 1970
- “Bienvenidos a nuestra ciudad: una pieza en diez escenas” publicada en el año de 1983
- “Mannerhouse: a Play in a Prologue and Four Acts” publicada en el año de 1985)
- «The Collected Stories» (Francis E. Skipp, ed.) publicada en el año de 1987
Traducciones españolas
- “Una puerta que nunca encontré”, Periférica, publicada en el año de 2012
- “El niño perdido”, Periférica, publicada en el año de 2011
- “El ángel que nos mira” Valdemar, publicada en el año de 2009
- “Del tiempo y el río” Ed. Literatura y Ciencia, publicada en el año de 1996
- “Del tiempo y el río”, Ed. Piel de Zapa, publicada en el año de 2013
- “Historia de una novela”. (El proceso de creación de un escritor), Editorial Pliegos, publicada en el año de 1993.
- “No hay puertas”, Caralt Editores, publicada en el año de 1990
- “Tengo algo que deciros”, Caralt Editores, publicada en el año de 1989
- “La orgullosa hermana muerte y otros relatos”, Buenos Aires, Librerías Fausto, publicada en el año de 1977
Adaptaciones cinematográficas
- 1961: “Look Homeward, Angel”
- 1979: “You can’t go home again”
- 2016: “Genius” (en España, El editor de libros; en Sudamérica, Pasión por las letras), (película biográfica enfocada en el proceso de creación de novelas).
De esta manera finalizamos este completo articulo sobre uno de los escritores mas importantes en la escena literaria estadounidense en el siglo XX, sus libros forman parte del acerbo cultural de norteamerica, y sus historias fascinan a millones de lectores hasta la fecha de hoy.
Si te gusto este articulo, también te puede interesar las siguientes lecturas Libros mas importantes de Sigmund Freud o también te puede interesar Angeles Caidos (Libro) de la autora Susan Ee, gracias por leernos.